Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Oración por la paz y la justicia
85 Al músico principal. Para los hijos de Coré. Salmo.
Oh SEÑOR, has sido propicio
a tu tierra,
has restaurado a Jacob
de la cautividad.
2 Has perdonado la iniquidad
de tu pueblo;
has cubierto todos sus pecados. Selah[a]
3 Has dejado todo tu enojo;
has desistido del ardor de tu ira.
4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación;
haz cesar tu ira contra nosotros.
5 ¿Estarás airado con nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?
6 ¿No volverás a darnos vida
de modo que tu pueblo se alegre en ti?
7 Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia
y concédenos tu salvación.
8 Escucharé lo que hable el SEÑOR Dios; pues él hablará paz a su pueblo y a sus fieles
para que no se vuelvan a la locura.
9 Ciertamente cercana está su salvación para los que le temen,
para que habite la gloria
en nuestra tierra.
10 La misericordia y la verdad
se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
11 La verdad brotará de la tierra,
y la justicia mirará desde los cielos.
12 Asimismo, el SEÑOR dará el bien,
y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de él
y hará de sus pasos un camino.
Contra los sacerdotes y los dirigentes
5 “Oh sacerdotes, escuchen esto; estén atentos oh casa de Israel; prestad atención oh casa del rey. Porque contra ustedes es el juicio pues han sido trampa en Mizpa y red extendida sobre el Tabor. 2 Han profundizado la fosa[a] de Sitim[b]; por tanto, yo los castigaré a todos. 3 Yo conozco a Efraín e Israel no está escondido de mí. Tú, oh Efraín, te has prostituido; Israel se ha contaminado. 4 Sus obras no les permiten volver a su Dios, porque hay espíritu de prostitución en medio de ellos y no conocen al SEÑOR. 5 La soberbia de Israel lo acusará en su misma cara. Israel y Efraín tropezarán en su pecado. Judá también tropezará con ellos. 6 Con sus ovejas y sus vacas andarán buscando al SEÑOR, pero no lo encontrarán. Él se ha apartado de ellos. 7 Al SEÑOR han traicionado porque han engendrado hijos ilegítimos. Ahora los devorará la luna nueva junto con sus parcelas.
8 “¡Toquen la corneta en Gabaa, la trompeta en Ramá! Griten en Bet-avén: ‘¡Tiembla, oh Benjamín!’. 9 Efraín será una desolación en el día del castigo. En las tribus de Israel hago conocer lo que es verdadero. 10 Los gobernantes de Judá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré mi ira sobre ellos como agua. 11 Efraín es oprimido y quebrantado en el juicio porque quiso andar en pos de las vanidades[c]. 12 Yo, pues, seré para Efraín como polilla y como carcoma para la casa de Judá. 13 Efraín verá su enfermedad y Judá su llaga. Entonces Efraín irá a Asiria; enviará embajadores al gran rey. Pero él no los podrá sanar ni les curará la llaga. 14 Porque yo seré para Efraín como un león y como un cachorro de león para la casa de Judá: Yo mismo arrebataré y me iré; tomaré y no habrá quien libre. 15 Voy a volverme a mi lugar hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro. Y en su angustia me buscarán con diligencia”.
22 »Hombres de Israel, oigan estas palabras: Jesús de Nazaret fue hombre acreditado por Dios ante ustedes con hechos poderosos, maravillas y señales que Dios hizo por medio de él entre ustedes, como ustedes mismos saben. 23 A este, que fue entregado por el predeterminado consejo y el previo conocimiento de Dios, ustedes mataron[a] clavándole en una cruz por manos de inicuos. 24 A él, Dios le resucitó, habiendo desatado los dolores de la muerte; puesto que era imposible que él quedara detenido bajo su dominio. 25 Porque David dice de él:
Veía al Señor siempre delante de mí, porque está a mi derecha,
para que yo no sea sacudido.
26 Por tanto, se alegró mi corazón,
y se gozó mi lengua;
y aun mi cuerpo
descansará en esperanza.
27 Porque no dejarás mi alma
en el Hades,
ni permitirás que tu Santo
vea corrupción.
28 Me has hecho conocer
los caminos de la vida
y me llenarás de alegría
con tu presencia[b].
29 »Hermanos, les puedo decir confiadamente que nuestro padre David murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. 30 Siendo, pues, profeta y sabiendo que Dios le había jurado con juramento que se sentaría sobre su trono uno de su descendencia[c], 31 y viéndolo de antemano, habló de la resurrección de Cristo:
que no fue abandonado en el Hades,
ni su cuerpo vio corrupción[d].
32 ¡A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos!
33 »Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ustedes ven y oyen. 34 Porque David no subió a los cielos, pero él mismo dice:
El Señor dijo a mi Señor:
“Siéntate a mi diestra,
35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies[e].
36 Sepa, pues, con certidumbre toda la casa de Israel, que a este mismo Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano