Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con instrumento de ocho cuerdas.[a]
6 Oh Señor, no me reprendas en tu enojo
ni me disciplines en tu ira.
2 Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil;
sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.
3 Mi corazón está angustiado;
¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?
4 Vuelve, oh Señor, y rescátame;
por tu amor inagotable, sálvame.
5 Pues los muertos no se acuerdan de ti;
¿quién puede alabarte desde la tumba[b]?
6 Estoy agotado de tanto llorar.
Toda la noche inundo mi cama con llanto;
la empapo con mis lágrimas.
7 El dolor me nubla la vista;
tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.
8 Váyanse, todos ustedes que hacen el mal,
porque el Señor ha oído mi llanto.
9 El Señor ha escuchado mi ruego;
el Señor responderá a mi oración.
10 Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados;
que retrocedan de golpe, avergonzados.
La cabeza del hacha que flotó
6 Cierto día, el grupo de profetas fue a ver a Eliseo para decirle:
—Como puedes ver, este lugar, donde nos reunimos contigo es demasiado pequeño. 2 Bajemos al río Jordán, donde hay bastantes troncos. Allí podemos construir un lugar para reunirnos.
—Me parece bien—les dijo Eliseo—, vayan.
3 —Por favor, ven con nosotros—le dijo uno de ellos.
—Está bien, iré—contestó él.
4 Entonces Eliseo fue con ellos. Una vez que llegaron al Jordán, comenzaron a talar árboles; 5 pero mientras uno de ellos cortaba un árbol, la cabeza de su hacha cayó al río.
—¡Ay, señor!—gritó—. ¡Era un hacha prestada!
6 —¿Dónde cayó?—preguntó el hombre de Dios.
Cuando le mostró el lugar, Eliseo cortó un palo y lo tiró al agua en ese mismo sitio. Entonces la cabeza del hacha salió a flote.
7 —Agárrala—le dijo Eliseo.
Y el hombre extendió la mano y la tomó.
13 »¡Qué aflicción les espera, Corazín y Betsaida! Pues, si en las perversas ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran hecho los milagros que hice entre ustedes, hace tiempo sus habitantes se habrían arrepentido de sus pecados vistiéndose de tela áspera y echándose ceniza sobre la cabeza en señal de remordimiento. 14 Así es, el día del juicio, les irá mejor a Tiro y Sidón que a ustedes. 15 Y ustedes, los de Capernaúm, ¿serán honrados en el cielo? No, descenderán al lugar de los muertos[a]».
16 Entonces dijo a sus discípulos: «El que acepta el mensaje de ustedes me acepta también a mí. El que los rechaza a ustedes a mí me rechaza. Y el que me rechaza a mí rechaza a Dios, quien me envió».
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.