Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La voz del Señor en la tormenta
Salmo de David.
29 Tributad al Señor, oh hijos de los poderosos[a],
tributad al Señor gloria y poder(A).
2 Tributad al Señor la gloria debida a[b] su nombre;
adorad al Señor en la majestad de la santidad[c](B).
3 Voz del Señor(C) sobre las aguas.
El Dios de gloria truena(D),
el Señor está sobre las muchas aguas(E).
4 La voz del Señor es poderosa(F),
la voz del Señor es majestuosa.
5 La voz del Señor rompe los cedros;
sí, el Señor hace pedazos los cedros del Líbano(G);
6 y como becerro hace saltar al Líbano(H);
y al Sirión como cría de búfalo(I).
7 La voz del Señor levanta[d] llamas de fuego.
8 La voz del Señor hace temblar el desierto;
el Señor hace temblar el desierto de Cades(J).
9 La voz del Señor hace parir a las ciervas[e](K),
y deja los bosques desnudos,
y en su templo todo dice: ¡Gloria(L)!
2 (A)Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas[a] de los hijos de Israel, para subir el arca del pacto del Señor de la ciudad de David(B), la cual es Sión. 3 Y se reunieron ante el rey todos los hombres de Israel en la fiesta del[b] mes séptimo(C). 4 Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas alzaron el arca(D); 5 y llevaron[c] el arca y la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que estaban en la tienda; los sacerdotes levitas los llevaron[d]. 6 Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel, que estaba reunida con él delante del arca, sacrificaban tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar[e]. 7 Los sacerdotes trajeron el arca del pacto del Señor a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santísimo, bajo las alas de los querubines. 8 Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían el arca y sus barras por encima. 9 Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, mas no se podían ver desde afuera; y allí están[f] hasta hoy(E). 10 En el arca no había más que las dos tablas que Moisés puso allí(F) en Horeb, donde el Señor hizo pacto con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.
11 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque todos los sacerdotes que estaban presentes se habían santificado sin tener en cuenta las clases(G)), 12 todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes[g](H), vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas(I). 13 Cuando los trompeteros y los cantores, al unísono, se hacían oír a una voz alabando y glorificando al Señor, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música(J), cuando alababan al Señor diciendo: Ciertamente Él es bueno porque su misericordia es para siempre(K), entonces la casa, la casa del Señor, se llenó de una nube, 14 y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la casa de Dios(L).
19 Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial, 20 sino que anunciaba, primeramente a los que estaban en Damasco(A) y también en Jerusalén(B), y después por toda la región de Judea, y aun a los gentiles(C), que debían arrepentirse(D) y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento(E). 21 Por esta causa, algunos judíos me prendieron en el templo(F) y trataron de matarme(G). 22 Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificando(H) tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería(I): 23 que[a] el Cristo[b] había de padecer[c](J), y que por motivo de su resurrección de entre los muertos(K), Él debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo judío como a los gentiles(L).
Pablo exhorta a Agripa
24 Mientras Pablo decía esto en su defensa, Festo dijo* a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡Tu mucho saber[d](M) te está haciendo perder la cabeza[e]! 25 Mas Pablo dijo*: No estoy loco, excelentísimo(N) Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. 26 Porque el rey entiende estas cosas(O), y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto[f]. 27 Rey Agripa, ¿crees en los profetas? Yo sé que crees. 28 Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo[g] me persuadirás[h] a que me haga cristiano(P). 29 Y Pablo dijo: Quisiera[i] Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho[j], no solo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas(Q).
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