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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Salmos 93

La majestad del Señor

93 El Señor reina[a](A), vestido está de majestad(B);
el Señor se ha vestido y ceñido de poder(C);
ciertamente el mundo está bien afirmado(D), será inconmovible.
Desde la antigüedad está establecido tu trono(E);
tú eres desde la eternidad(F).

Los torrentes han alzado, oh Señor,
los torrentes han alzado su voz;
los torrentes alzan sus batientes olas(G).
Más que el fragor de muchas aguas,
más que las poderosas olas del mar,
es poderoso el Señor en las alturas(H).
Tus testimonios(I) son muy fidedignos;
la santidad conviene a tu casa(J),
eternamente[b], oh Señor.

2 Crónicas 34:20-33

20 Entonces el rey ordenó a Hilcías, a Ahicam, hijo de Safán, a Abdón, hijo de Micaía[a], al escriba Safán y a Asaías, siervo del rey, diciendo: 21 Id, consultad al Señor por mí y por los que quedan en Israel y en Judá, acerca de las palabras del libro que se ha encontrado; porque grande es el furor del Señor que se derrama sobre nosotros(A), por cuanto nuestros padres no han guardado la palabra del Señor, haciendo conforme a todo lo que está escrito en este libro.

22 Entonces fue Hilcías con los que el rey había dicho[b] a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario; y ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella acerca de esto. 23 Y ella les dijo: Así dice el Señor, Dios de Israel: «Decid al hombre que os ha enviado a mí: 24 así dice el Señor: “He aquí, voy a traer mal sobre este lugar y sobre sus habitantes(B), es decir, todas las maldiciones escritas en el libro(C) que ellos han leído en presencia del rey de Judá. 25 Por cuanto me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses(D) para provocarme a ira con todas las obras de sus manos, por tanto mi furor se derramará sobre este lugar, y no se apagará”». 26 Pero al rey de Judá que os envió a consultar al Señor, así le diréis: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “En cuanto a las palabras que has oído, 27 porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído(E) —declara el Señor. 28 He aquí, te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes”». Y llevaron la respuesta al rey.

29 (F)Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 30 Y subió el rey a la casa del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor, y leyó en su presencia[c] todas las palabras del libro del pacto(G) que había sido hallado en la casa del Señor. 31 Después el rey se puso en pie en su lugar(H) e hizo pacto delante del Señor(I) de andar en pos del Señor y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, para cumplir las palabras del pacto escritas en este libro. 32 Además, hizo suscribir el pacto a todos los que se encontraban en Jerusalén y en Benjamín. Y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, el Dios de sus padres. 33 Y Josías quitó todas las abominaciones de todas las tierras que pertenecían a los hijos de Israel(J), e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor su Dios. Mientras él vivió[d] no se apartaron de seguir al Señor, Dios de sus padres.

Lucas 2:25-38

25 Y[a] había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo(A) y piadoso, esperaba la consolación de Israel(B); y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y por el Espíritu Santo se le había revelado(C) que no vería la muerte(D) sin antes ver al Cristo[b] del Señor. 27 Movido por[c] el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por Él[d] el rito de la ley(E), 28 él tomó al Niño[e] en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:

29 Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya
en paz, conforme a tu palabra(F);
30 porque han visto mis ojos tu salvación(G)
31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 luz de[f] revelación a los gentiles(H),
y gloria de tu pueblo Israel.

33 Y los padres del niño[g](I) estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. 34 Simeón los bendijo, y dijo a su madre(J) María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento[h] de muchos(K) en Israel, y para ser señal de contradicción 35 (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 36 Y había una profetisa(L), Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser(M). Ella era de edad muy avanzada[i], y había vivido con su marido(N) siete años después de su matrimonio[j], 37 y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones(O). 38 Y llegando ella en ese preciso momento[k], daba gracias a Dios, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Jerusalén(P).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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