Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
9 Por la noche se le mostró a Pablo una visión(A): un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia(B) y ayúdanos. 10 Cuando tuvo[a] la visión(C), enseguida procuramos(D) ir a[b] Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio(E).
Conversión de Lidia
11 Así que[c], zarpando de Troas(F), navegamos con rumbo directo(G) a Samotracia, y al día siguiente a Neápolis, 12 y de allí a Filipos(H), que es una ciudad principal de la provincia de Macedonia(I), una colonia romana(J); en esta ciudad nos quedamos por varios días. 13 Y en el día de reposo(K) salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración; nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. 14 Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira(L), vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios(M); y el Señor abrió su corazón[d](N) para que recibiera lo que Pablo decía. 15 Cuando ella y su familia[e](O) se bautizaron, nos rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos persuadió a ir.
Den gracias a Dios las naciones
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.
67 Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga(A),
y haga resplandecer su rostro sobre[a] nosotros(B); (Selah[b])
2 para que sea conocido en la tierra tu camino(C),
entre todas las naciones tu salvación(D).
3 Te den gracias los pueblos(E), oh Dios,
todos los pueblos te den gracias.
4 Alégrense y canten con júbilo las naciones(F),
porque tú juzgarás a los pueblos con equidad(G),
y guiarás a las naciones en la tierra(H). (Selah)
5 Te den gracias los pueblos, oh Dios,
todos los pueblos te den gracias(I).
6 La tierra ha dado su fruto(J);
Dios, nuestro Dios, nos bendice(K).
7 Dios nos bendice,
para que le teman[c] todos los términos de la tierra(L).
22 Y no vi en ella templo[a] alguno(A), porque su templo[b] es el Señor, el Dios(B) Todopoderoso, y el Cordero(C). 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen(D), porque la gloria de Dios la ilumina(E), y el Cordero(F) es su lumbrera. 24 Y las naciones andarán a su luz(G), y los reyes de la tierra(H) traerán[c] a ella su gloria. 25 Sus puertas(I) nunca se cerrarán de día(J) (pues allí no habrá noche(K)); 26 y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones(L); 27 y jamás entrará en ella(M) nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están[d] escritos en el libro de la vida del Cordero(N).
El río de la vida y el árbol de la vida
22 Y me mostró(O) un río(P) de agua de vida(Q), resplandeciente como cristal(R), que salía del trono de Dios y del Cordero, 2 en medio de la calle de la ciudad[e](S). Y a cada lado[f](T) del río estaba el árbol de la vida(U), que produce doce clases de[g] fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol(V) eran para sanidad de las naciones. 3 Y ya no habrá más maldición(W); y el trono de Dios y del Cordero(X) estará allí[h], y sus siervos le servirán(Y). 4 Ellos verán su rostro(Z), y su nombre(AA) estará en sus frentes(AB). 5 Y ya no habrá más noche(AC), y no tendrán[i] necesidad de luz de lámpara(AD) ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos(AE).
23 Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra(A); y mi Padre lo amará(B), y vendremos a él, y haremos con él morada(C). 24 El que no me ama, no guarda mis palabras(D); y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió(E).
25 Estas cosas os he dicho estando con vosotros. 26 Pero el Consolador(F), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre(G), Él os enseñará todas las cosas(H), y os recordará todo lo que os he dicho(I).
La paz de Cristo
27 La paz os dejo, mi paz os doy(J); no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón(K), ni tenga miedo. 28 Oísteis que yo os dije: «Me voy, y vendré a vosotros(L)». Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre(M), ya que el Padre es mayor que yo(N). 29 Y os lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, creáis(O).
Curación de un paralítico
5 Después de esto, se celebraba[a] una fiesta[b] de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén(A). 2 Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas(B), un estanque que en hebreo[c](C) se llama Betesda[d] y que tiene cinco pórticos. 3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos [e]que esperaban el movimiento del agua; 4 porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. 5 Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo[f]. 6 Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo*: ¿Quieres ser sano? 7 El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada(D); y mientras yo llego, otro baja antes que yo. 8 Jesús le dijo*: Levántate, toma tu camilla(E) y anda. 9 Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar.
Jesús censurado por sanar en el día de reposo
Y aquel día era día de reposo(F).
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