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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 133

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David.

133 ¡Qué maravilloso y agradable es
    cuando los hermanos conviven en armonía!
Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción
    que se derramó sobre la cabeza de Aarón,
    que corrió por su barba
    hasta llegar al borde de su túnica.
La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón
    que cae sobre las montañas de Sion.
Y allí el Señor ha pronunciado su bendición,
    incluso la vida eterna.

2 Samuel 1:4-27

—¿Qué sucedió?—preguntó David—. Cuéntame lo que pasó en la batalla.

—Todo nuestro ejército huyó de la batalla—le contó—. Murieron muchos hombres. Saúl y su hijo Jonatán también están muertos.

—¿Cómo sabes que Saúl y Jonatán están muertos?—le insistió David al joven.

El hombre respondió:

—Sucedió que yo estaba en el monte Gilboa, y allí estaba Saúl apoyado en su lanza mientras se acercaban los enemigos en sus carros de guerra. Cuando se dio vuelta y me vio, me gritó que me acercara a él. “¿Qué quiere que haga?”, le pregunté y él me contestó: “¿Quién eres?”. Le respondí: “Soy un amalecita”. Entonces me suplicó: “Ven aquí y sácame de mi sufrimiento, porque el dolor es terrible y quiero morir”.

10 »De modo que lo maté—dijo el amalecita a David—, porque me di cuenta de que no iba a vivir. Luego tomé su corona y su brazalete y se los he traído a usted, mi señor.

11 Al escuchar las noticias, David y sus hombres rasgaron sus ropas en señal de dolor. 12 Hicieron duelo, lloraron y ayunaron todo el día por Saúl y su hijo Jonatán, también por el ejército del Señor y por la nación de Israel, porque ese día habían muerto a espada.

13 Luego David le dijo al joven que trajo la noticia:

—¿De dónde eres?

—Soy un extranjero—contestó—, un amalecita que vive en su tierra.

14 —¿Y cómo no tuviste temor de matar al ungido del Señor?—le preguntó David.

15 Entonces le ordenó a uno de sus hombres:

—¡Mátalo!

Enseguida el hombre le clavó su espada al amalecita y lo mató, 16 y David dijo:

—Te condenaste a ti mismo al confesar que mataste al ungido del Señor.

Canto de David por Saúl y Jonatán

17 David compuso un canto fúnebre por Saúl y Jonatán, 18 y ordenó que se lo enseñaran al pueblo de Judá. Es conocido como el Cántico del arco y está registrado en El libro de Jaser:[a]

19 ¡Oh Israel, tu orgullo y tu alegría yacen muertos en las colinas!
    ¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos!
20 No lo anuncien en Gat,
    ni lo proclamen en las calles de Ascalón,
o las hijas de los filisteos se alegrarán
    y los paganos se reirán con aires de triunfo.

21 Oh montes de Gilboa,
    que no caiga sobre ustedes lluvia ni rocío,
    ni haya campos fructíferos que produzcan ofrendas de grano.[b]
Pues fue allí donde se contaminó el escudo de los héroes poderosos;
    el escudo de Saúl ya no será ungido con aceite.
22 El arco de Jonatán era potente,
    y la espada de Saúl realizó su trabajo mortífero.
Derramaron la sangre de sus enemigos
    y atravesaron a muchos héroes poderosos.

23 ¡Cuán amados y agradables fueron Saúl y Jonatán!
    Estuvieron juntos en la vida y en la muerte.
Eran más rápidos que águilas,
    más fuertes que leones.
24 Oh mujeres de Israel, lloren por Saúl,
porque él las vistió con lujosas ropas escarlatas,
    con prendas adornadas de oro.

25 ¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos en batalla!
    Jonatán yace muerto en las colinas.
26 ¡Cómo lloro por ti, Jonatán, hermano mío!
    ¡Oh, cuánto te amaba!
Tu amor por mí fue profundo,
    ¡más profundo que el amor de las mujeres!

27 ¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos!
    Despojados de sus armas, yacen muertos.

Hechos 11:27-30

27 Durante aquellos días, unos profetas viajaron de Jerusalén a Antioquía. 28 Uno de ellos, llamado Ágabo, se puso de pie en una de las reuniones y predijo por medio del Espíritu que iba a haber una gran hambre en todo el mundo romano. (Esto se cumplió durante el reinado de Claudio). 29 Así que los creyentes de Antioquía decidieron enviar una ayuda a los hermanos de Judea, y cada uno dio lo que podía. 30 Así lo hicieron, y confiaron sus ofrendas a Bernabé y a Saulo para que las llevaran a los ancianos de la iglesia de Jerusalén.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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