Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 20

Dios ayuda al rey

SALMO 20 (19)

Himno de David.

20 Que Dios te responda
cuando te encuentres en aprietos;
que el Dios de Israel
te brinde su protección.
Que Dios te envíe su ayuda
desde su santuario;
que Dios te dé su apoyo
desde Jerusalén.
Que Dios se acuerde siempre
de todas tus ofrendas,
y reciba con gusto los animales
que presentas en su honor.

Que Dios te conceda
lo que pidas de todo corazón,
y que haga realidad
lo que pienses hacer.
¡Lanzaremos gritos de alegría
cuando Dios te conceda la victoria,
y alabando a nuestro Dios
haremos ondear las banderas!
¡Que Dios te conceda
todo lo que pidas!

Ahora estoy bien seguro
de que Dios le dará la victoria
al rey que él ha elegido.
Sé que Dios le responderá
desde su santo cielo;
sé que con su poder
le dará al rey grandes victorias.

Algunos confían en sus carros de guerra,
otros confían en sus caballos,
pero nosotros sólo confiamos
en nuestro Dios.
Esa gente tropezará y caerá,
pero nosotros nos levantaremos
y seguiremos de pie.

Dios nuestro,
¡dale al rey la victoria!,
¡respóndenos cuando te llamemos!

Éxodo 40:1-15

Dedicación del santuario

40 Dios le habló a Moisés y le dijo:

«Debes armar el santuario el día primero del mes de Abib.[a] Este santuario será el lugar en donde el pueblo de Israel se reunirá conmigo. En el interior del santuario pondrás el cofre del pacto, y colocarás la cortina de modo que el cofre no se vea. Adentro pondrás la mesa y el candelabro. Coloca con cuidado todos los utensilios y objetos que van sobre la mesa, y ponle las lámparas al candelabro. El altar de oro para quemar incienso lo colocarás frente al cofre del pacto, y luego colgarás la cortina que va a la entrada del santuario.

»Frente a la entrada del santuario pondrás el altar para quemar los animales sacrificados. Entre el altar y la entrada pondrás el recipiente de bronce, y lo llenarás de agua. Una vez que todo esté en su lugar, instalarás la cerca del patio alrededor del santuario y colgarás la cortina a la entrada del patio.

»Toma el aceite de consagrar[b] y derrámalo sobre el santuario y sobre todo lo que está allí adentro, para que me dediques este santuario como un lugar muy especial. 10-11 Pon aceite sobre el altar de los sacrificios quemados y sobre sus utensilios, y sobre el recipiente de bronce y su base, para que todo quede dedicado a mi servicio.

12 »Después de eso, lleva a Aarón y a sus hijos a la entrada del santuario, y ordénales que se bañen allí. 13 Aarón deberá ponerse la túnica especial de sacerdote, y tú derramarás aceite sobre él, para consagrarlo como mi sacerdote. 14 Llama después a sus hijos y ordénales que se pongan sus mantos especiales, 15 y derrama aceite sobre ellos para consagrarlos como mis sacerdotes. A partir de ese momento, y gracias al aceite de consagrar, los descendientes de Aarón y de sus hijos serán mis sacerdotes para siempre».

Hebreos 10:19-25

Amistad con Dios

19 Hermanos, la sangre que Jesús derramó al morir nos permite ahora tener amistad con Dios, y entrar con toda libertad en el lugar más santo. 20 Pues cuando Jesús murió, abrió la cortina que nos impedía el paso. Pero ahora Jesús está vivo, y por medio de él podemos acercarnos a Dios de un modo nuevo y distinto. 21 Él es nuestro gran sacerdote, encargado del santuario que está en el cielo. 22 Por eso, mantengamos una amistad sincera con Dios, teniendo la plena seguridad de que podemos confiar en él. Porque Cristo nos dejó limpios de pecado, como si nos hubiera lavado con agua pura, y ya estamos libres de culpa. 23 Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió. 24 Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno. 25 No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios, y más aún cuando ya vemos que se acerca el día en que el Señor juzgará a todo el mundo.