Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Tu amor vale más que la vida
SALMO 63 (62)
David compuso este himno cuando estaba en el desierto de Judá.
63 Dios mío, tú eres mi Dios.
Con ansias te busco
desde que amanece,
como quien busca una fuente
en el más ardiente desierto.
2 ¡Quiero verte en tu santuario,
y contemplar tu poder y tu grandeza!
3 Más que vivir,
prefiero que me ames.
Te alabaré con mis labios.
4 ¡Mientras viva te alabaré!
¡Alzaré mis manos para alabarte!
5 ¡Con mis labios te alabaré
y daré gritos de alegría!
¡Eso me dejará más satisfecho
que la comida más deliciosa!
6 Me acuesto y me acuerdo de ti;
durante toda la noche
estás en mi pensamiento.
7 ¡Tú eres quien me ayuda!
¡Soy feliz bajo tu protección!
8 ¡A ti me entrego por completo,
porque tu gran poder es mi apoyo!
Los días finales
12 »En ese tiempo aparecerá Miguel, que es jefe de los ángeles y defensor de Israel.
»Serán días de grandes preocupaciones,
como no las ha habido
desde que Dios creó este mundo.
Cuando llegue el momento,
Dios pondrá a salvo
a todos los de tu pueblo.
Ya el nombre de ellos está escrito
en el libro de la vida.
2 Ese día volverán a vivir
muchos de los que ya han muerto.
Unos se levantarán de la tumba
para vivir para siempre,
pero otros volverán a vivir
para sufrir por siempre
la vergüenza y el horror.
3 Pero los maestros sabios,
que enseñaron a muchos
a andar por el buen camino,
brillarán para siempre
como las estrellas del cielo.
4 »Y tú, Daniel, no digas nada de esto a nadie. Mantén cerrado el libro hasta que llegue la hora final, pues muchos andarán de un lado a otro queriendo saber más».
El mensaje a la iglesia de Sardes
3 »Escribe al ángel[a] de la iglesia de Sardes:
“Yo tengo los siete espíritus de Dios[b] y las siete estrellas.[c] Escucha lo que te voy a decir:
‘Estoy enterado de todo lo que haces, y sé que tienes fama de obedecerme fielmente. Pero la verdad es que no me obedeces. 2 Así que levántate y esfuérzate por mejorar las cosas que aún haces bien, pero que estás a punto de no seguir haciendo, pues he visto que no obedeces a mi Dios. 3 Acuérdate de todo lo que has aprendido acerca de Dios, y vuelve a obedecerlo. Arrepiéntete. Si no lo haces, iré a castigarte cuando menos lo esperes; llegaré a ti como el ladrón, que nunca sabes cuándo llegará a robar.
4 ’Sin embargo, en Sardes hay algunas personas que no han hecho lo malo. Por eso, andarán conmigo vestidos con ropas blancas, símbolo de victoria y santidad, pues se lo merecen.
5 ’A los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí, los vestiré con ropas blancas, y no borraré sus nombres del libro de la vida.[d] Y los reconoceré delante de mi Padre y de los ángeles que le sirven.
6 ’Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias.’”
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