Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Oración pidiendo la dirección de Dios
(1a) De David.
25 (1b) Señor, a ti dirijo mi oración;
2 mi Dios, en ti confío:
no dejes que me hunda en la vergüenza.
¡Que no se rían de mí mis enemigos!
3 ¡Que no sea jamás avergonzado
ninguno de los que en ti confían!
¡Que sean puestos en vergüenza
los que sin motivo se rebelan contra ti!
4 Señor,
muéstrame tus caminos;
guíame por tus senderos;
5 guíame, encamíname en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y Salvador.
¡En ti confío a todas horas!
6 Señor,
acuérdate del amor y la ternura
que siempre nos has manifestado,
7 pero no te acuerdes de mis pecados
ni del mal que hice en mi juventud.
Señor, acuérdate de mí,
por tu gran amor y bondad.
8 El Señor es bueno y justo;
él corrige la conducta de los pecadores
9 y guía por su camino a los humildes;
¡los instruye en la justicia!
10 Él siempre procede con amor y fidelidad,
con los que cumplen su alianza
y sus mandamientos.
16 »Pero ellos y nuestros antepasados fueron orgullosos y testarudos, y no hicieron caso a tus mandamientos. 17 No quisieron obedecer ni recordar las grandes cosas que hiciste en favor suyo. Fueron tan testarudos que nombraron un jefe que los llevara de nuevo a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios perdonador, un Dios tierno y compasivo, paciente y todo amor, y no los abandonaste. 18 Aun cuando se hicieron un becerro de metal fundido, y dijeron que ése era el dios que los había sacado de Egipto, y cometieron graves ofensas, 19 tú, por tu gran compasión, no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos durante el día para guiarlos por el camino, ni la columna de fuego durante la noche para alumbrarles el camino que tenían que seguir. 20 Además les diste de tu buen espíritu para instruirlos; jamás les faltó de la boca el maná que les enviabas, y les diste agua para calmar su sed. 21 Durante cuarenta años les diste de comer en el desierto, y nunca les faltó nada: ni se desgastaron sus ropas ni se les hincharon los pies.
22 »Les entregaste reinos y naciones, y se los repartiste en parcelas, y ellos tomaron posesión de Hesbón, país del rey Sihón, y de Basán, país del rey Og. 23 Hiciste que tuvieran tantos hijos como estrellas hay en el cielo, y los llevaste a tomar posesión del país que habías prometido dar en propiedad a sus antepasados. 24 Y ellos entraron y conquistaron la tierra de Canaán; humillaste ante ellos a los habitantes de esa tierra, y a sus reyes y a la gente de esa región los pusiste en sus manos para que hicieran con ellos lo que quisieran. 25 También se apoderaron de ciudades fortificadas y de tierras fértiles, de casas llenas de lo mejor, de pozos, viñedos, olivares y muchos otros árboles frutales; comieron hasta quedar satisfechos, engordaron y disfrutaron de tu gran bondad.
Actitudes propias de los cristianos
12 Hermanos, les rogamos que tengan respeto a los que trabajan entre ustedes, los dirigen en las cosas del Señor y los amonestan. 13 Deben estimarlos y amarlos mucho, por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros.
14 También les encargamos, hermanos, que reprendan a los indisciplinados, que animen a los que están desanimados, que ayuden a los débiles y que tengan paciencia con todos.
15 Tengan cuidado de que ninguno pague a otro mal por mal. Al contrario, procuren hacer siempre el bien, tanto entre ustedes mismos como a todo el mundo.
16 Estén siempre contentos. 17 Oren en todo momento. 18 Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús.
19 No apaguen el fuego del Espíritu. 20 No desprecien el don de profecía. 21 Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno. 22 Apártense de toda clase de mal.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.