Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cántico de Ana
2 Y Ana oró y dijo:
Mi corazón se regocija en Jehová:
Jehová ha levantado mi frente;
Mi boca se ensancha sobre mis enemigos,
Por cuanto me alegré en tu salvación.
2 No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.
3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pasar las acciones.
4 Los arcos de los fuertes fueron quebrantados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
5 Los hartos se alquilaron por pan,
Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Parió la estéril siete hijos,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
6 Jehová mata, y él da vida;
Él hace descender al Seol, hace subir.
7 Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
8 Él levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso,
Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
9 Él guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.
Jehová llama a Samuel
3 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver,
3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.
5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó.
6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate.
7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada.
8 Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven.
9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llama, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así, se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
Mensaje de Dios en contra de Elí
10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.
11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos.
12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin.
13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no se lo ha impedido.
14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.
16 Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí.
17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubres una palabra de todo lo que habló contigo.
18 Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le parezca.
Los labradores malvados
12 Y comenzó a hablarles en parábolas: Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó del lugar.
2 A su debido tiempo, envió un siervo adonde los labradores, para recibir de los labradores su parte de los frutos de la viña.
3 Ellos le agarraron, le golpearon, y le enviaron de vacío.
4 De nuevo les envió otro siervo, y a él le hirieron en la cabeza y le insultaron afrentosamente.
5 Envió a otro; a éste le mataron; también a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.
6 Todavía tenía uno, un hijo amado; se lo envió el último, diciéndose: Respetarán a mi hijo.
7 Pero aquellos labradores dijeron entre ellos mismos: Éste es el heredero. ¡Venid, matémosle, y la herencia será nuestra!
8 Y agarrándole, le mataron y le echaron fuera de la viña.
9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros.
10 ¿Ni esta escritura habéis leído:
La piedra que desecharon los constructores,
Ha venido a ser hecha piedra angular;
11 Esto ha sucedido de parte del Señor,
Y es maravilloso a nuestros ojos?
12 Procuraban prenderle, pero tuvieron miedo de la multitud; pues se dieron cuenta de que la parábola la había dicho refiriéndose a ellos. Y dejándole, se marcharon.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.