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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 127

Salmo 127 (126)

En vano se afanan

127 Cántico de peregrinación. De Salomón.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se afanan sus constructores;
si el Señor no protege la ciudad,
en vano vigila el centinela.
En vano se levantan de madrugada,
en vano se van tarde a descansar
y comen pan ganado con esfuerzo:
¡El Señor lo da a su amigo mientras duerme!
Son los hijos herencia que da el Señor,
son los descendientes una recompensa.
Como flechas en la mano del guerrero,
son los hijos que en la juventud se tienen.
¡Feliz quien llena con ellas su aljaba!
No será humillado si se enfrenta
al adversario en la puerta de la ciudad.

Rut 4:11-17

11 Todos los que estaban en la puerta de la ciudad y los ancianos dijeron:

— Sí, somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar hoy en tu casa como a Raquel y Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Que hagas fortuna en Efrata y adquieras fama en Belén. 12 Que por la descendencia que el Señor te conceda de esta joven, tu familia sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá.

13 Entonces Boaz tomó a Rut y la convirtió en su esposa. Se unió a ella y el Señor hizo que concibiera y diera a luz un hijo. 14 Las mujeres decían a Noemí:

— ¡Bendito sea el Señor que no te ha privado hoy de un rescatador que será famoso en Israel! 15 El niño te dará nuevos ánimos y te sostendrá en la vejez, pues te lo ha dado tu nuera, la que tanto te ama y es para ti más valiosa que siete hijos.

16 Noemí tomó en brazos al niño, lo recostó en su regazo y se convirtió en su nodriza. 17 Las vecinas le querían poner nombre, diciendo:

— ¡Noemí ha tenido un hijo!

Así que le llamaron Obed. Fue el padre de Jesé y el abuelo de David.

Hebreos 9:15-24

15 Precisamente por eso, Cristo es el mediador de una alianza nueva. Con su muerte ha obtenido el perdón de los pecados cometidos durante la antigua alianza, haciendo posible que los elegidos reciban la herencia eterna prometida. 16 Todos saben que para que un testamento surta efecto, es necesario que conste la muerte de quien lo otorgó; 17 en vida del testador no tiene ninguna validez ya que sólo a partir de la muerte adquiere valor un testamento. 18 De ahí que también la primera alianza dio comienzo con un rito de sangre. 19 En efecto, cuando Moisés terminó de explicar a todo el pueblo los preceptos de la ley, tomó sangre de los toros y los machos cabríos, la mezcló con agua y, valiéndose de un poco de lana roja y de una rama de hisopo, roció con ella al libro de la ley y a todo el pueblo 20 diciendo: Esta es la sangre que ratifica la alianza que Dios ha establecido con ustedes. 21 Después roció con sangre la Tienda de la presencia y todos los objetos reservados para el culto. 22 Y es que, según la ley, prácticamente todas las cosas se purifican mediante la sangre y, si no hay derramamiento de sangre, tampoco hay perdón.

23 Se necesitaban, pues, tales sacrificios para purificar lo que sólo era esbozo de las realidades celestiales; pero estas mismas realidades celestiales precisaban de sacrificios más valiosos. 24 Por eso Cristo no entró en un santuario construido por manos humanas —que era simple imagen del verdadero santuario—, sino que entró en el cielo mismo donde ahora intercede por nosotros en presencia de Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España