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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 28

Tú eres la fuerza de tu pueblo

SALMO 28 (27)

Himno de David.

28 Dios mío, yo te llamo,
no cierres tus oídos,
porque tú eres quien me protege.
Si no me respondes,
de seguro moriré.
Atiende mis ruegos
cuando te tienda los brazos
para pedirte ayuda.

No me castigues
junto con los malhechores,
porque hablan con los demás
y les desean lo mejor,
pero en su pensamiento
quisieran matarlos.
¡Págales con la misma moneda!
¡Dales su merecido!
Sus acciones han sido malas;
¡devuélveles mal por mal,
pues no toman en cuenta
todo lo que has hecho!
Por eso, ¡destrúyelos por completo,
que no vuelvan a levantarse!

6-7 ¡Bendito seas, Dios mío,
por atender a mis ruegos!
Tú eres mi fuerza;
me proteges como un escudo.
En ti confío de corazón,
pues de ti recibo ayuda.
El corazón se me llena de alegría,
por eso te alabo en mis cantos.

8-9 Tú, Dios mío,
eres la fuerza de tu pueblo;
danos la victoria,
pues somos tu pueblo elegido.
¡Sálvanos y bendícenos!
¡Llévanos en tus brazos,
pues tú eres nuestro pastor!

Isaías 59:9-19

Confesión de pecados

El pueblo de Israel dijo:

«Por causa de nuestra maldad
la justicia no se cumple entre nosotros:
esperábamos vivir en la luz,
pero nos hemos quedado en tinieblas.
10 Caminamos como ciegos,
tocando la pared;
tropezamos en pleno mediodía
como si fuera de noche;
aunque parezcamos tener vida,
en realidad estamos muertos.
11 Nos pasamos la vida llorando,
y esperando que se nos haga justicia,
pero Dios no viene en nuestra ayuda.

12 »Hemos ofendido a Dios,
y nuestros pecados nos acusan;
nuestras maldades nos acompañan,
y reconocemos nuestras culpas.
13 Hemos sido infieles a Dios,
no lo hemos obedecido;
somos violentos y traicioneros,
y engañamos a la gente.
14-15 Nos hemos burlado de la justicia
y Dios no viene a salvarnos.
La sinceridad está por los suelos;
ya no hay honradez,
y al que hace el bien
se le quita lo que tiene».

Dios hace justicia

Isaías dijo:

«Dios se mostró muy disgustado
al ver la falta de justicia.
16 Vio con sorpresa
que esto a nadie le importaba.
Entonces decidió usar su propio poder
y así nos dio la salvación.
17 Tomó la justicia como escudo
y se puso la salvación como casco;
la venganza lo cubrió como una capa
y el enojo lo envolvió como un manto,
18 para castigar a sus enemigos
y darle a cada cual su merecido.

19 »Al ver el poder de Dios,
todo el mundo temblará de miedo,
porque Dios vendrá
con la furia de un río desbordado,
y empujado por un fuerte viento.

1 Pedro 2:1-10

Por lo tanto, dejen de hacer lo malo. No se digan mentiras, no sean hipócritas, no sean envidiosos ni chismosos. Más bien, busquen todo lo que sea bueno y que ayude a su espíritu, así como los niños recién nacidos buscan ansiosos la leche de su madre. Si lo hacen así, serán mejores cristianos y Dios los salvará, pues ustedes han comprobado que el Señor es bueno.

El nuevo pueblo de Dios

4-5 Ustedes son piedras vivas que Dios está usando para construir un templo espiritual. Por lo tanto, acérquense a Jesucristo, pues él es la piedra viva que la gente despreció, pero que Dios eligió como la piedra más valiosa. Además, ustedes son sacerdotes especiales, y por medio de Jesucristo le ofrecerán a Dios los sacrificios que a él le agradan. Pues Dios dice en la Biblia:

«Yo seré para Jerusalén
una piedra valiosa y escogida.
Seré la piedra principal,
y serviré de base al edificio.

»El que confíe en mí
jamás será engañado.»

Ustedes creen en Dios, y por eso consideran que esa piedra es muy valiosa. Pero a los que no creen, les sucede lo que dice la Biblia:

«La piedra que rechazaron
los constructores del templo
es ahora la piedra principal.»

Y también:

«Ésta es la piedra
por la que muchos caerán;
muchos tropezarán en esta roca.»

¡Eso es lo que se merecen! ¡Tropezarán por no aceptar el mensaje de Jesucristo!

Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.

10 Antes, ustedes no eran nada,
pero ahora son el pueblo de Dios.
Antes, Dios no les tenía compasión,
pero ahora los ama mucho.