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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 39

Brevedad de la vida y pequeñez del hombre ante Dios

Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.

39 Yo me dije: Velaré sobre mis pasos,
Para no pecar con mi lengua;
Pondré a mi boca un freno,
En tanto que el impío esté delante de mí.
Enmudecí, guardé silencio y me callé;
Con su dicha, se agravó mi dolor.
Ardía mi corazón dentro de mí;
En mi meditación se encendió fuego,
Y así proferí con mi lengua:

Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuál es la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy.
He aquí, diste a mis días la largura de un palmo,
Y el tiempo de mi vida es como nada delante de ti;
Ciertamente es como un soplo todo hombre que vive.
Selah
Sí, como una sombra que pasa es el hombre;
Ciertamente, en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Y ahora, Señor, ¿qué puedo yo esperar?
Mi esperanza está en ti.
Líbrame de todas mis transgresiones;
No me pongas por escarnio del insensato.
Enmudecí, no abrí mi boca,
Porque tú lo hiciste.
10 Retira de mí tus golpes;
Estoy consumido bajo la dureza de tu mano.
11 Castigando sus pecados, corriges al hombre,
Y deshaces como polilla toda su belleza;
Ciertamente como un soplo es todo hombre.
Selah

12 Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor.
No te hagas sordo a mis lágrimas;
Porque forastero soy junto a ti,
Un huésped, como todos mis padres.
13 Déjame, y tomaré fuerzas,
Antes que me vaya y perezca.

Job 28:12-29:10

12 Mas ¿dónde se hallará la sabiduría?
¿Dónde está el yacimiento de la prudencia?
13 No conoce su valor el hombre,
Ni se halla en la tierra de los vivientes.
14 El abismo dice: No está en mí;
Y el mar responde: Ni conmigo.
15 No se dará por oro,
Ni su precio será a peso de plata.
16 No puede ser pagada con oro de Ofir,
Ni con ónice precioso, ni con zafiro.
17 El oro no se le igualará, ni el diamante,
Ni se cambiará por alhajas de oro fino.
18 No se hará mención de coral ni de perlas;
La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
19 No se igualará con ella el topacio de Etiopía;
Ni se podrá comparar con el oro más fino.
20 ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría?
¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
21 Porque encubierta está a los ojos de todo viviente,
Y a toda ave del cielo es oculta.
22 El Abadón y la muerte dijeron:
Su fama hemos oído con nuestros oídos.

23 Sólo Dios entiende el camino de ella,
Y conoce su lugar.
24 Porque él otea los confines de la tierra,
Y ve cuanto hay bajo los cielos.
25 Al dar su peso al viento,
Y poner a las aguas su medida;
26 Cuando él dio su ley a la lluvia,
Y su ruta al relámpago de los truenos,
27 Entonces la veía él, y la valoraba;
La preparó y la descubrió también.
28 Y dijo al hombre:
He aquí que el temor del Señor es la sabiduría,
Y el apartarse del mal, la inteligencia.

Job recuerda su felicidad anterior

29 Volvió Job a reanudar su discurso, y dijo:

¡Quién me volviese como en los meses pasados,
Como en los días en que Dios velaba sobre mí,
Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara,
A cuya luz yo caminaba en la oscuridad;
Como fui en los días de mi madurez,
Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda;
Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente,
Y mis hijos alrededor de mí;
Cuando lavaba yo mis pies en leche,
Y la piedra me derramaba ríos de aceite!
Cuando yo salía a la puerta de la ciudad,
Y en la plaza hacía preparar mi asiento,
Los jóvenes se retiraban al verme;
Y los ancianos se levantaban, y se quedaban de pie.
Los jefes detenían sus palabras;
Ponían la mano sobre su boca.
10 La voz de los principales enmudecía,
Y su lengua se pegaba a su paladar.

Apocalipsis 8:1-5

El séptimo sello

Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.

Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y se produjeron truenos, y voces, y relámpagos, y terremotos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.