Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 125
El Señor protege a Su pueblo
Cántico de ascenso gradual.
125 Los que confían en el Señor
Son como el monte Sión, que es inconmovible(A), que permanece para siempre(B).
2 Como los montes rodean a Jerusalén,
Así el Señor rodea a Su pueblo(C)
Desde ahora y para siempre(D).
3 Pues el cetro de la impiedad(E) no descansará sobre la tierra de los justos,
Para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal(F).
4 ¶Haz bien, Señor, a los buenos(G)
Y a los rectos de corazón(H).
5 Pero a los que se desvían(I) por sus caminos torcidos(J),
El Señor los llevará con los que hacen iniquidad(K).
¡Paz sea sobre Israel(L)!
Llamamiento de la sabiduría
8 (A)¿No clama la sabiduría,
Y levanta[a] su voz la prudencia?
2 En la cima de las alturas(B), junto al camino,
Donde cruzan las sendas, se coloca;
3 Junto a las puertas(C), a la salida de la ciudad,
En el umbral de las puertas, da voces:
4 «Oh hombres, a ustedes clamo,
Para los hijos de los hombres es mi voz.
5 -»Oh simples, aprendan prudencia(D);
Y ustedes, necios(E), aprendan sabiduría[b].
6 -»Escuchen, porque hablaré cosas excelentes(F),
Y con el abrir de mis labios rectitud(G).
7 -»Porque mi boca proferirá la verdad(H),
Abominación a mis labios es la impiedad.
8 -»Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca,
No hay en ellas nada torcido ni perverso(I).
9 -»Todas son sinceras para el que entiende(J),
Y rectas para los que han hallado conocimiento(K).
10 -»Reciban mi instrucción y no la plata,
Y conocimiento antes que el oro escogido(L),
11 Porque mejor es la sabiduría que las joyas[c](M),
Y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella(N).
La sabiduría se elogia a sí misma
12 ¶»Yo, la sabiduría, habito con la prudencia(O),
Y he hallado conocimiento y discreción(P).
13 -»El temor del Señor es aborrecer el mal(Q).
El orgullo, la arrogancia(R), el mal camino(S)
Y la boca perversa(T), yo aborrezco.
14 -»Mío es el consejo(U) y la prudencia(V),
Yo soy la inteligencia, el poder es mío(W).
15 -»Por mí reinan los reyes,
Y los gobernantes decretan justicia(X).
16 -»Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
Todos los que juzgan con justicia.
17 -»Amo a los que me aman(Y),
Y los que me buscan con diligencia me hallarán(Z).
18 -»Conmigo están las riquezas y el honor(AA),
La fortuna duradera y la justicia(AB).
19 -»Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro(AC),
Y mi ganancia es mejor que la plata escogida(AD).
20 -»Yo ando por el camino de la justicia,
Por en medio de las sendas del derecho,
21 Para otorgar heredad a los que me aman
Y así llenar sus tesoros(AE).
22 ¶»El Señor me poseyó al principio de Su camino,
Antes de Sus obras de tiempos pasados[d](AF).
23 -»Desde la eternidad fui establecida[e](AG),
Desde el principio, desde los orígenes de la tierra(AH).
24 -»Cuando no había abismos fui engendrada[f],
Cuando no había manantiales abundantes en aguas(AI).
25 -»Antes que los montes fueran asentados,
Antes que las colinas, fui engendrada[g](AJ),
26 Cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos[h],
Ni el polvo primero del mundo.
27 -»Cuando estableció los cielos(AK), allí estaba yo;
Cuando trazó un círculo sobre la superficie del abismo(AL),
28 Cuando arriba afirmó los cielos,
Cuando las fuentes del abismo se afianzaron[i],
29 Cuando al mar puso sus límites
Para que las aguas no transgredieran Su mandato[j](AM),
Cuando señaló los cimientos de la tierra(AN),
30 Yo estaba entonces junto a Él(AO), como arquitecto;
Yo era Su delicia de día en día,
Regocijándome[k] en todo tiempo en Su presencia,
31 Regocijándome[l] en el mundo, en Su tierra,
Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres(AP).
Jesús sana a la hija de una cananea
21 (A)Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón(B). 22 Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: «Señor, Hijo de David(C), ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada(D)». 23 Pero Él no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, le rogaban: «Atiéndela[a], pues viene gritando tras nosotros». 24 Y Jesús respondió: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel(E)». 25 Pero acercándose ella, se postró[b] ante Él(F), diciendo: «¡Señor, ayúdame!». 26 Y Él le dijo: «No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos». 27 Ella respondió: «Sí, Señor; pero[c] también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos». 28 Entonces Jesús le dijo: «Oh mujer, grande es tu fe(G); que te suceda como deseas». Y su hija quedó sana desde aquel momento[d].
Jesús sana a muchos junto al mar de Galilea
29 (H)Pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea(I), y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y vinieron a Él grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y Él los sanó(J); 31 de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados[e], los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel(K).
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