Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
9 Dios mío,
voy a cantarte un nuevo canto;
voy a cantarte himnos
al son de música de arpas.
10 A los reyes les das la victoria,
y al rey David lo libras
de morir a filo de espada.
11 ¡Sálvame también!
¡Líbrame de caer en manos
de gente malvada de otros pueblos!
Esa gente abre la boca
y dice mentiras;
levanta la mano derecha
y hace juramentos falsos.
12 Permite que nuestros hijos
crezcan en su juventud
fuertes y llenos de vida,
como plantas en un jardín.
Permite que nuestras hijas sean hermosas
como las columnas de un palacio.
13 Haz que en nuestros graneros
haya abundancia de alimentos.
Haz que nuestros rebaños
aumenten en nuestros campos
hasta que sea imposible contarlos.
14 Permite que nuestros bueyes
lleven carretas bien cargadas.
No dejes que nuestras murallas
vuelvan a ser derribadas,
ni que volvamos a ser llevados
fuera de nuestro país,
ni que en nuestras calles
vuelvan a oírse gritos de angustia.
15 ¡Tú bendices al pueblo
donde todo esto se cumple!
¡Tú bendices al pueblo
que te reconoce como su Dios!
Tercer canto
Los amigos
6 ¡Algo viene por el desierto!
¿Qué podrá ser?
Parece una columna de humo
que avanza entre aromas
de flores, incienso y perfumes.
7 ¡Pero si es Salomón,
y viene en su carruaje real!
Lo escoltan sesenta valientes,
¡los mejores soldados de Israel!
8 Armados con espadas,
son maestros en el combate;
todos llevan la espada lista
por causa de los peligros
que presenta la noche.
9 Este carruaje fue hecho
con finas maderas del Líbano.
Salomón mismo lo mandó hacer.
10 Ordenó que le pusieran
columnas de plata,
soportes de oro,
y un asiento de tela púrpura.
Las mujeres de Jerusalén
decoraron su interior
con gran delicadeza.
11 ¡Salgan, mujeres de Jerusalén!
¡Vengan a ver al rey Salomón!
Lleva puesta la corona
que su propia madre le hizo
para el día de su boda,
¡para el día más feliz de su vida!
Instrucciones para Timoteo
6 Si enseñas la verdad a los miembros de la iglesia, serás un buen servidor de Jesucristo. Estudiar y obedecer las enseñanzas cristianas, como tú lo haces, es lo mismo que alimentarse bien. 7 No prestes atención a historias falsas, que la gente inventa. Más bien, esfuérzate por ser un buen discípulo de Jesucristo. 8-9 Es verdad que el ejercicio físico ayuda a que todo el cuerpo esté sano, pero es mucho mejor esforzarse por confiar cada vez más en Dios, porque nos hace bien aquí en la tierra y también nos servirá cuando vivamos en el cielo. Esto es una verdad que podemos creer, y debemos creer. 10 Por eso nos esforzamos tanto, pues confiamos firmemente en Dios. Él vive para siempre y es el Salvador de todos, especialmente de los que confían en él.
11 Enseña estas cosas, y diles a todos que las obedezcan. 12 No permitas que nadie te desprecie por ser joven. Al contrario, trata de ser un ejemplo para los demás cristianos. Que cuando todos oigan tu modo de hablar, y vean cómo vives, traten de ser puros como tú. Que todos imiten tu carácter amoroso y tu confianza en Dios.
13 Mientras llego a visitarte, sigue leyéndoles la Biblia a los miembros de la iglesia, y no dejes de animarlos ni de enseñarles. 14 No dejes de usar las capacidades especiales que Dios te dio cuando los líderes de la iglesia pusieron sus manos sobre tu cabeza. El Espíritu Santo habló con ellos y les ordenó hacerlo. 15 Haz todo eso y dedica tiempo para ello, para que todos vean que cada día eres mejor.
16 Timoteo, compórtate como es debido, y ten cuidado de lo que enseñas. Sigue haciendo esto, y no sólo te salvarás a ti mismo, sino que también salvarás a los que te escuchen.
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