Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
1 Reyes 8:1

Traslado del arca al templo

Entonces Salomón mandó llamar a los ancianos de Israel y a todos los jefes de las tribus—los líderes de las familias patriarcales de los israelitas—para que fueran a Jerusalén. Ellos debían trasladar el arca del pacto del Señor desde su sitio en la Ciudad de David, también conocida como Sion, hasta el templo.

1 Reyes 8:6

Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor al santuario interior del templo—el Lugar Santísimo—y la colocaron bajo las alas de los querubines.

1 Reyes 8:10-11

10 Al salir los sacerdotes del Lugar Santo, una densa nube llenó el templo del Señor. 11 Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo del Señor.

1 Reyes 8:22-30

Oración de dedicación de Salomón

22 Luego Salomón, de pie ante el altar del Señor y frente a toda la comunidad de Israel, levantó las manos al cielo 23 y oró:

«Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón. 24 Has cumplido tu promesa a tu siervo David, mi padre. Pronunciaste esa promesa con tu boca y hoy la has cumplido con tus propias manos.

25 »Ahora, oh Señor, Dios de Israel, lleva a cabo la otra promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes cuidan su comportamiento y me siguen con fidelidad, así como tú lo has hecho, siempre habrá uno de ellos sentado en el trono de Israel”. 26 Ahora, oh Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre.

27 »¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido! 28 Sin embargo, escucha mi oración y mi súplica, oh Señor mi Dios. Oye el clamor y la oración que tu siervo te eleva hoy. 29 Que noche y día tus ojos estén sobre este templo, este lugar del cual tú has dicho: “Mi nombre estará allí”. Que siempre oigas las oraciones que elevo hacia este lugar. 30 Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.

1 Reyes 8:41-43

41 »En el futuro, los extranjeros que no pertenezcan a tu pueblo Israel oirán de ti. Vendrán de tierras lejanas a causa de tu nombre, 42 porque oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo poderoso. Cuando ellos oren en dirección a este templo, 43 oye entonces desde el cielo donde vives y concédeles lo que te pidan. De esa forma, todos los habitantes de la tierra llegarán a conocerte y a temerte, igual que tu pueblo Israel. También sabrán que este templo que he construido honra tu nombre.

Salmos 84

Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré; acompáñese con instrumento de cuerda.[a]

84 ¡Qué bella es tu morada,
    oh Señor de los Ejércitos Celestiales!
Anhelo y hasta desfallezco de deseo
    por entrar en los atrios del Señor.
Con todo mi ser, mi cuerpo y mi alma,
    gritaré con alegría al Dios viviente.
Hasta el gorrión encuentra un hogar
    y la golondrina construye su nido y cría a sus polluelos
cerca de tu altar,
    ¡oh Señor de los Ejércitos Celestiales, mi Rey y mi Dios!
¡Qué alegría para los que pueden vivir en tu casa
    cantando siempre tus alabanzas! Interludio

¡Qué alegría para los que reciben su fuerza del Señor,
    los que se proponen caminar hasta Jerusalén!
Cuando anden por el Valle del Llanto,[b]
    se convertirá en un lugar de manantiales refrescantes;
    las lluvias de otoño lo cubrirán de bendiciones.
Ellos se harán cada vez más fuertes,
    y cada uno se presentará delante de Dios en Jerusalén.[c]

Oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales, oye mi oración;
    escucha, oh Dios de Jacob. Interludio

¡Oh Dios, mira con favor al rey, nuestro escudo!
    Muestra bondad a quien has ungido.

10 Un solo día en tus atrios
    ¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!
Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios
    que vivir la buena vida en la casa de los perversos.
11 Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo;
    él nos da gracia y gloria.
El Señor no negará ningún bien
    a quienes hacen lo que es correcto.
12 Oh Señor de los Ejércitos Celestiales,
    ¡qué alegría tienen los que confían en ti!

Efesios 6:10-20

Toda la armadura de Dios

10 Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder. 11 Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. 12 Pues no luchamos[a] contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.

13 Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. 14 Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. 15 Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados.[b] 16 Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo.[c] 17 Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios.

18 Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.[d]

19 Y oren también por mí. Pídanle a Dios que me dé las palabras adecuadas para poder explicar con valor su misterioso plan: que la Buena Noticia es para judíos y gentiles[e] por igual.[f] 20 Ahora estoy encadenado, pero sigo predicando este mensaje como embajador de Dios. Así que pidan en oración que yo siga hablando de él con valentía, como debo hacerlo.

Juan 6:56-69

56 Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. 57 Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí. 58 Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá—como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná—sino que vivirá para siempre».

59 Jesús dijo esas cosas mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.

Muchos discípulos abandonan a Jesús

60 Muchos de sus discípulos decían: «Esto es muy difícil de entender. ¿Cómo puede alguien aceptarlo?».

61 Jesús estaba consciente de que sus discípulos se quejaban, así que les dijo: «¿Acaso esto los ofende? 62 ¿Qué pensarán, entonces, si ven al Hijo del Hombre ascender al cielo otra vez? 63 Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, 64 pero algunos de ustedes no me creen». (Pues Jesús sabía, desde un principio, quiénes eran los que no creían y también quién lo traicionaría). 65 Entonces les dijo: «Por eso dije que nadie puede venir a mí a menos que el Padre me lo entregue».

66 A partir de ese momento, muchos de sus discípulos se apartaron de él y lo abandonaron. 67 Entonces Jesús, mirando a los Doce, les preguntó:

—¿Ustedes también van a marcharse?

68 Simón Pedro le contestó:

—Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. 69 Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.[a]

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.