Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
12 El malvado maquina contra el justo,
rechina sus dientes contra él.
13 Pero mi Dios se ríe de él
porque ve que llega su fin.
14 Desenvainan su espada
y tensan su arco los impíos
para abatir al humilde y al oprimido,
para aniquilar a los honrados.
15 Pero su espada se hundirá en su corazón
y quedarán rotos sus arcos.
16 Es mejor la pobreza de un justo
que la riqueza de muchos malvados;
17 el poder del malvado se desvanece,
mientras el Señor protege a los justos.
18 El Señor conoce la vida de los buenos
y su herencia durará por siempre.
19 No serán defraudados en tiempo adverso,
en tiempo de hambre quedarán saciados.
20 Pero los malvados desaparecerán,
los enemigos del Señor se extinguirán
como el verdor del prado,
se esfumarán como el humo.
21 El malvado toma prestado y no devuelve,
el justo es compasivo y dadivoso.
22 Los que el Señor bendice heredarán la tierra,
los que maldice serán aniquilados.
Muerte de Salomón (1 Re 11,41-43)
29 El resto de la historia de Salomón, de principio a fin, está escrito en la historia del profeta Natán, en la profecía de Ajías de Siló y en las visiones del vidente Idó acerca de Jeroboán, el hijo de Nabat. 30 Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel durante cuarenta años. 31 Cuando murió, lo enterraron en la ciudad de su padre David. Su hijo Roboán le sucedió en el trono.
35 Como se iba haciendo tarde, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron:
— Se está haciendo tarde y este es un lugar despoblado. 36 Despídelos para que vayan a los caseríos y aldeas de alrededor a comprarse algo para comer.
37 Jesús les contestó:
— Denles de comer ustedes mismos.
Ellos replicaron:
— ¿Cómo vamos a comprar nosotros la cantidad de pan que se necesita para darles de comer?
38 Jesús les dijo:
— Miren a ver cuántos panes tienen.
Después de comprobarlo, le dijeron:
— Cinco panes y dos peces.
39 Jesús mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde. 40 Y formaron grupos de cien y de cincuenta. 41 Luego él tomó los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente. Lo mismo hizo con los peces. 42 Todos comieron hasta quedar satisfechos; 43 aun así se recogieron doce cestos llenos de trozos sobrantes de pan y de pescado. 44 Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España