Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 24 (23)
Llega el rey de la gloria
24 De David. Salmo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el mundo y quienes lo habitan.
2 Él la cimentó sobre los mares,
él la asentó sobre los ríos.
3 ¿Quién podrá subir al monte del Señor?
¿Quién podrá permanecer en su santa morada?
4 El de manos honradas y corazón limpio,
quien no desea la mentira ni jura en falso.
5 Ese recibirá la bendición del Señor,
la recompensa del Dios que lo salva.
6 Esta es la generación de quienes lo buscan,
de los que anhelan tu rostro, Dios de Jacob. [ Pausa]
7 ¡Puertas, eleven sus dinteles,
álcense, portones eternos,
que llega el rey de la gloria!
8 ¿Quién es el rey de la gloria?
El Señor valeroso y aguerrido,
el Señor adalid de la guerra.
9 ¡Puertas, eleven sus dinteles,
álcense, portones eternos,
que llega el rey de la gloria!
10 ¿Quién es el rey de la gloria?
El Señor del universo,
él es el rey de la gloria. [ Pausa]
El Arca del testimonio (Ex 25,10-22)
37 Besalel hizo el Arca de madera de acacia, de ciento veinticinco centímetros de largo, por setenta y cinco de ancho, y setenta y cinco de alto. 2 La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le puso alrededor una moldura también de oro. 3 Fundió, además, oro para hacer cuatro argollas que colocó en las cuatro esquinas del Arca; dos a cada lado. 4 Luego hizo unos varales de madera de acacia, los recubrió de oro 5 y los metió por las argollas laterales del Arca, para poder transportarla.
6 Después hizo la cubierta del Arca; la hizo de oro puro y con una medida de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho. 7 Asimismo, hizo dos querubines, cincelados en oro, para los extremos de la cubierta del Arca, 8 uno en cada extremo y formando ambos una sola pieza con la cubierta. 9 Los querubines con sus alas extendidas hacia arriba la cubrían. Estaban situados uno frente al otro, mirando al centro de la cubierta del Arca.
La mesa de los panes de la ofrenda (Ex 25,23-30)
10 También hizo la mesa de madera de acacia, de un metro de largo por medio de ancho y setenta y cinco centímetros de alto; 11 la recubrió de oro puro y le puso alrededor una moldura también de oro. 12 La rodeó de una cornisa, como de un palmo, y en torno a este reborde colocó una moldura de oro. 13 Después hizo cuatro argollas de oro y las colocó en las cuatro esquinas correspondiéndose con sus cuatro patas; 14 las argollas quedaron sujetas a la moldura y por ellas pasaban los varales para transportar la mesa.
15 Los varales para transportar la mesa los hizo de madera de acacia y los recubrió de oro. 16 Finalmente, hizo de oro puro los utensilios que debían estar sobre la mesa: platos, copas, jarras y tazones para la libación.
Conclusión (4,2-18)
Exhortaciones
2 Entréguense a la oración con espíritu vigilante y corazón agradecido. 3 Y rueguen también a Dios por nosotros para que nos facilite la tarea de anunciar el plan de Dios realizado en Cristo, por el cual me encuentro ahora encarcelado, 4 y que tengo que dar a conocer convenientemente. 5 Pórtense sabiamente con los no cristianos y aprovechen el momento presente. 6 En sus conversaciones sean siempre amenos y simpáticos dando a cada uno la respuesta oportuna.
Noticias
7 De mi situación les informará Tíquico, el hermano querido y fiel compañero mío en el servicio cristiano. 8 Se lo envío expresamente para que tengan noticia de mis cosas y para que los anime. 9 Con él va Onésimo, paisano de ustedes, no menos fiel y querido. Ellos les informarán de todo cuanto sucede por aquí.
10 Los saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé. En caso de que Marcos vaya a visitarlos, acójanlo con cariño según les indiqué. 11 Los saluda Jesús, de sobrenombre Justo. Entre los conversos del judaísmo, sólo estos tres trabajan conmigo en la extensión del reino de Dios, y no ha sido pequeña la satisfacción que me han proporcionado. 12 Saludos de Epafras, paisano de ustedes y siervo de Cristo Jesús; es de ver con qué ahínco ruega por ustedes para que se mantengan firmes en el pleno y perfecto cumplimiento de la voluntad de Dios. 13 Soy testigo de lo mucho que se preocupa por ustedes, y también por los de Hierápolis y Laodicea. 14 Los saludan Lucas, el médico tan querido, y Dimas.
15 Saludos a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa. 16 Cuando hayan leído esta carta, procuren que sea leída también en la iglesia de Laodicea; y, en cuanto a ustedes, lean también la que les llegue de Laodicea. 17 Díganle a Arquipo que desempeñe con esmero el ministerio que el Señor le ha encomendado.
18 Este saludo final es de mi puño y letra: Pablo. No olviden que estoy preso. Que la gracia de Dios esté con ustedes.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España