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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 18:1-6

Para el director del coro: salmo de David, siervo del Señor. Entonó este cántico al Señor el día que el Señor lo rescató de todos sus enemigos y de Saúl. Cantó así:

18 Te amo, Señor;
    tú eres mi fuerza.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador;
    mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección.
Él es mi escudo, el poder que me salva
    y mi lugar seguro.
Clamé al Señor, quien es digno de alabanza,
    y me salvó de mis enemigos.

Me enredaron las cuerdas de la muerte;
    me arrasó una inundación devastadora.
La tumba[a] me envolvió con sus cuerdas;
    la muerte me tendió una trampa en el camino.
Pero en mi angustia, clamé al Señor;
    sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda.
Él me oyó desde su santuario;
    mi clamor llegó a sus oídos.

Salmos 18:43-50

43 Me diste la victoria sobre los que me acusaban.
    Me nombraste gobernante de naciones;
    ahora me sirve gente que ni siquiera conozco.
44 En cuanto oyen hablar de mí, se rinden;
    naciones extranjeras se arrastran ante mí.
45 Todas pierden el valor
    y salen temblando de sus fortalezas.

46 ¡El Señor vive! ¡Alabanzas a mi Roca!
    ¡Exaltado sea el Dios de mi salvación!
47 Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan;
    él somete a las naciones bajo mi control
48     y me rescata de mis enemigos.
Tú me mantienes seguro, lejos del alcance de mis enemigos;
    me salvas de adversarios violentos.
49 Por eso, oh Señor, te alabaré entre las naciones;
    cantaré alabanzas a tu nombre.
50 Le das grandes victorias a tu rey;
    le muestras amor inagotable a tu ungido,
    a David y a todos sus descendientes para siempre.

1 Crónicas 10

Muerte del rey Saúl

10 Ahora bien, los filisteos atacaron a Israel, y los hombres de Israel huyeron ante ellos. Mataron a muchos en las laderas del monte Gilboa. Los filisteos cercaron a Saúl y a sus hijos, y mataron a tres de ellos: Jonatán, Abinadab y Malquisúa. La batalla se intensificó cerca de Saúl, y los arqueros filisteos lo alcanzaron y lo hirieron.

Con gemidos, Saúl le dijo a su escudero: «Toma tu espada y mátame antes de que estos filisteos paganos lleguen para burlarse de mí y torturarme».

Pero su escudero tenía miedo y no quiso hacerlo. Entonces Saúl tomó su propia espada y se echó sobre ella. Cuando su escudero vio que Saúl estaba muerto, se echó sobre su propia espada y murió. Así que Saúl y sus tres hijos murieron allí juntos, y su dinastía llegó a su fin.

Cuando los israelitas que estaban en el valle de Jezreel vieron que su ejército había huido y que Saúl y sus hijos estaban muertos, abandonaron sus ciudades y huyeron. Entonces los filisteos entraron y ocuparon sus ciudades.

Al día siguiente, cuando los filisteos salieron a despojar a los muertos, encontraron los cuerpos de Saúl y de sus hijos en el monte Gilboa. Entonces le quitaron la armadura a Saúl y le cortaron la cabeza. Luego proclamaron las buenas noticias de la muerte de Saúl ante sus ídolos y a la gente en toda la tierra de Filistea. 10 Pusieron su armadura en el templo de sus dioses y colgaron su cabeza en el templo de Dagón.

11 Cuando el pueblo de Jabes de Galaad se enteró de todo lo que los filisteos le habían hecho a Saúl, 12 todos los valientes guerreros llevaron los cuerpos de Saúl y sus hijos de regreso a Jabes. Luego enterraron sus huesos debajo del gran árbol en Jabes y ayunaron por siete días.

13 De manera que Saúl murió porque fue infiel al Señor. No obedeció el mandato del Señor e incluso consultó a una médium 14 en lugar de buscar la dirección del Señor. Así que el Señor le quitó la vida y le entregó el reino a David, hijo de Isaí.

Marcos 9:14-29

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 Cuando regresaron adonde estaban los demás discípulos, vieron que los rodeaba una gran multitud y que algunos maestros de la ley religiosa discutían con ellos. 15 Cuando la multitud vio a Jesús, todos se llenaron de asombro y corrieron a saludarlo.

16 —¿Sobre qué discuten?—preguntó Jesús.

17 Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo:

—Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar. 18 Y, siempre que este espíritu se apodera de él, lo tira violentamente al suelo y él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se pone rígido.[a] Así que les pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu maligno, pero no pudieron hacerlo.

19 Jesús les dijo:[b] «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho».

20 Así que se lo llevaron. Cuando el espíritu maligno vio a Jesús, le causó una violenta convulsión al muchacho, quien cayó al piso retorciéndose y echando espuma por la boca.

21 —¿Hace cuánto tiempo que le pasa esto?—preguntó Jesús al padre del muchacho.

—Desde que era muy pequeño—contestó él—. 22 A menudo el espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes.

23 —¿Cómo que “si puedo”?—preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree.

24 Al instante el padre clamó:

—¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!

25 Cuando Jesús vio que aumentaba el número de espectadores, reprendió al espíritu maligno.[c] «Escucha, espíritu que impides que este muchacho oiga y hable—dijo—. ¡Te ordeno que salgas de este muchacho y nunca más entres en él!».

26 Entonces el espíritu gritó, le causó otra convulsión violenta al muchacho y salió de él. El muchacho quedó como muerto. Un murmullo recorrió la multitud: «Está muerto», decía la gente. 27 Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó, y el muchacho se puso de pie.

28 Más tarde, cuando Jesús quedó a solas en la casa con sus discípulos, ellos le preguntaron:

—¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu maligno?

29 Jesús contestó:

—Esa clase solo puede ser expulsada con oración.[d]

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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