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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Dios Habla Hoy (DHH)
Version
Salmos 53

Perversión del hombre(A)

(1) Del maestro de coro, para la enfermedad. Instrucción de David.

53 (2) Los necios piensan que no hay Dios:
todos se han pervertido,
han hecho cosas malvadas;
¡no hay nadie que haga lo bueno!
(3) Desde el cielo, Dios mira a los hombres
para ver si hay alguien con entendimiento,
alguien que busque a Dios.
(4) Pero todos se han desviado,
todos por igual se han pervertido.
¡Ya no hay quien haga lo bueno!
¡No hay ni siquiera uno!

(5) No tienen entendimiento los malhechores,
los que se comen a mi pueblo como quien come pan,
los que no invocan el nombre de Dios.
(6) Aunque no haya razón para temblar,
ellos temblarán de miedo,
porque Dios esparce los huesos del enemigo.
Quedarán en ridículo, porque Dios los rechaza.

(7) ¡Ojalá que del monte Sión
venga la salvación de Israel!
Cuando Dios cambie la suerte de su pueblo,
se alegrarán los descendientes de Jacob,
todo el pueblo de Israel.

1 Samuel 15:10-23

10 Luego el Señor le habló a Samuel, y le dijo:

11 —Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes.

Samuel se quedó muy molesto, y durante toda la noche estuvo rogando al Señor. 12 A la mañana siguiente madrugó para ir al encuentro de Saúl, pero le avisaron que éste se había ido a Carmel, que allí se había levantado un monumento, y que luego, dando un rodeo, había continuado hacia Guilgal. 13 Entonces Samuel fue a donde estaba Saúl, el cual le dijo:

—El Señor te bendiga. Ya he cumplido la orden del Señor.

14 —¿Qué significan entonces esos balidos de ovejas y esos bramidos de toros que estoy escuchando? —respondió Samuel.

15 —Los han traído de Amalec —contestó Saúl—, porque la gente ha conservado las mejores ovejas y los mejores toros para ofrecerlos en sacrificio al Señor tu Dios. Pero hemos destruido lo demás.

16 —¡Calla, que te voy a comunicar lo que el Señor me dijo anoche! —le interrumpió Samuel.

—Habla —respondió Saúl.

17 Y Samuel le dijo:

—¿No te considerabas tú de poca importancia? Sin embargo, has llegado a ser el jefe de las tribus israelitas, y el Señor te ha consagrado como rey de Israel. 18 Ahora bien, si el Señor te envió con la orden estricta de destruir a esos pecadores amalecitas, y de atacarlos hasta acabar con ellos, 19 ¿por qué desobedeciste sus órdenes y te lanzaste sobre lo que se le quitó al enemigo, actuando mal a los ojos del Señor?

20 Saúl contestó:

—Yo obedecí las órdenes del Señor, y cumplí la misión que él me encomendó: he traído prisionero a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21 Pero la tropa se quedó con ovejas y toros, lo mejor de lo que estaba destinado a la destrucción, para sacrificarlos en honor del Señor tu Dios en Guilgal.

22 Entonces Samuel dijo:

«Más le agrada al Señor que se le obedezca,
y no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos;
vale más obedecerlo y prestarle atención
que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.
23 Tanto peca el que se rebela contra él
como el que practica la adivinación;
semejante a quien adora a los ídolos
es aquel que lo desobedece.
Y como tú has rechazado sus mandatos,
ahora él te rechaza como rey.»

Apocalipsis 21:22-22:5

22 No vi ningún santuario en la ciudad, porque el Señor, el Dios todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero. 23 La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios, y su lámpara es el Cordero. 24 Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas. 25 Sus puertas no se cerrarán de día, y en ella no habrá noche. 26 Le entregarán las riquezas y el esplendor de las naciones; 27 pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.

22 El ángel me mostró un río limpio, de agua de vida. Era claro como el cristal, y salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle principal de la ciudad y a cada lado del río, crecía el árbol de la vida, que da fruto cada mes, es decir, doce veces al año; y las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones. Ya no habrá allí nada puesto bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus siervos lo adorarán. Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. Allí no habrá noche, y los que allí vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.