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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Dios Habla Hoy (DHH)
Version
Salmos 20

Oración por la victoria

(1) Del maestro de coro. Salmo de David.

20 (2) Que el Señor te escuche cuando estés angustiado;
que el Dios mismo de Jacob te defienda.
(3) Que te envíe auxilio y ayuda
desde el santuario de Sión.
(4) Que se acuerde de todas tus ofrendas
y acepte con agrado tus holocaustos.
(5) Que cumpla todos tus deseos
y lleve a cabo todos tus planes.
(6) Celebraremos así tu victoria,
y levantaremos banderas
en el nombre del Dios nuestro.
¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!

(7) Estoy convencido de que el Señor
dará la victoria al rey que ha escogido;
de que le contestará desde su santo cielo,
dándole grandes victorias con su poder.
(8) Unos cuentan con sus carros de guerra
y otros cuentan con sus caballos;
pero nosotros contamos con el Señor nuestro Dios.
(9) A ellos se les doblan las rodillas, y caen,
pero nosotros seguimos firmes y en pie.

(10) Señor, ¡dale la victoria al rey!
¡Respóndenos cuando te llamemos!

1 Samuel 9:15-27

15 El día anterior a la llegada de Saúl, el Señor había hecho la siguiente revelación a Samuel: 16 «Mañana, a esta misma hora, te mandaré un hombre de la región de Benjamín, a quien deberás consagrar como gobernante de mi pueblo Israel. Él lo librará del dominio de los filisteos, porque me he compadecido de mi pueblo cuando sus quejas han llegado hasta mí.»

17 Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: «Ahí tienes al hombre de quien te hablé. Éste gobernará a mi pueblo.»

18 Estando ya en la entrada del pueblo, Saúl se acercó a Samuel y le dijo:

—Por favor, indíqueme usted dónde está la casa del vidente.

19 —Yo soy el vidente —respondió Samuel—. Sube delante de mí al santuario, y come hoy conmigo allí. Mañana temprano te contestaré todo lo que me quieras preguntar, y luego te dejaré marchar. 20 En cuanto a las asnas que se te perdieron hace tres días, no te preocupes por ellas porque ya las han encontrado. Además, todo lo más deseable de Israel será para ti y para tu familia.

21 Saúl respondió:

—¡Pero si yo soy de la tribu de Benjamín, la más pequeña de las tribus de Israel! Además, mi familia es la más insignificante de todas las familias de la tribu de Benjamín. ¿Por qué me dices todo eso?

22 Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, los llevó al salón y les ofreció el lugar principal entre los presentes, que eran unas treinta personas. 23 Luego Samuel dijo al cocinero:

—Trae la ración de carne que te entregué y que te dije que apartaras.

24 Inmediatamente el cocinero sacó una pierna entera y se la sirvió a Saúl. Y Samuel le dijo:

—Ahí tienes lo que estaba apartado para ti. Sírvete y come, porque yo la había apartado para ti en esta ocasión en que invité al pueblo.

Saúl comió con Samuel aquel día. 25 Y cuando bajaron del santuario a la ciudad, prepararon una cama en la azotea para Saúl, 26 y Saúl se acostó. Al día siguiente, Samuel llamó a Saúl en la azotea y le dijo:

—Levántate, y sigue tu viaje.

Saúl se levantó. Después salieron él y Samuel a la calle, 27 y cuando bajaban hacia las afueras de la ciudad, Samuel le dijo a Saúl:

—Manda al criado que se adelante, y tú espera un poco, que tengo que comunicarte lo que Dios me ha dicho.

Hebreos 2:5-9

Jesús, semejante a sus hermanos

Dios no ha puesto bajo la autoridad de los ángeles ese mundo futuro del cual estamos hablando. Al contrario, en un lugar de la Escritura alguien declara:

«¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano?
¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?
Por un poco de tiempo lo hiciste algo menor que los ángeles,
pero lo coronaste de gloria y honor;
todo lo sujetaste debajo de sus pies.»

Así que, al sujetarlo todo debajo de sus pies, Dios no dejó nada sin sujetarlo a él. Sin embargo, todavía no vemos que todo le esté sujeto. Pero vemos que Jesús, a quien Dios hizo algo menor que los ángeles por un poco de tiempo, está coronado de gloria y honor, a causa de la muerte que sufrió. Dios, en su amor, quiso que experimentara la muerte para bien de todos.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.