Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 99
Alaben al Señor por su fidelidad para con Israel
99 ¡El Señor reina(A), estremézcanse los pueblos;
Él está sentado como Rey sobre los querubines(B), tiemble la tierra!
2 El Señor es grande en Sión(C),
Y exaltado sobre todos los pueblos(D).
3 Alaben Tu nombre grande y temible(E);
Él es santo(F).
4 El poder del Rey ama la justicia(G);
Tú has establecido la equidad(H);
Has hecho juicio(I) y justicia en Jacob.
5 Exalten al Señor nuestro Dios(J),
Y póstrense ante el estrado de Sus pies(K);
Él es santo(L).
6 ¶Moisés y Aarón(M) estaban entre Sus sacerdotes(N),
Y Samuel(O) entre los que invocaron Su nombre(P);
Ellos clamaron al Señor(Q), y Él les respondió.
7 Les habló en la columna de nube(R);
Guardaron Sus testimonios(S),
Y el estatuto que Él les dio.
8 Oh Señor, Dios nuestro, Tú les respondiste(T);
Fuiste para ellos un Dios perdonador(U),
Pero también vengador de sus malas obras(V).
9 Exalten al Señor nuestro Dios,
Y póstrense ante Su santo monte,
Porque santo es el Señor nuestro Dios.
Elí reprende a sus hijos
22 Elí era ya muy anciano; y oyó todo lo que sus hijos estaban haciendo a todo Israel(A), y cómo se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión(B), 23 y les preguntó: «¿Por qué hacen estas cosas, las cosas malas de que oigo hablar a todo este pueblo? 24 No, hijos míos; porque no es bueno el informe que oigo circular por el[a] pueblo del Señor(C). 25 Si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él(D); pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él(E)?». Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque el Señor quería que murieran(F). 26 Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia[b] para con el Señor y para con los hombres(G).
Profecía contra la casa de Elí
27 Entonces un hombre de Dios(H) vino a Elí y le dijo: «Así dice el Señor: “¿No me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en Egipto(I) como esclavos de la casa de Faraón? 28 ¿No los escogí de entre todas las tribus de Israel para ser Mis sacerdotes, para subir a Mi altar, para quemar incienso, para llevar un efod delante de Mí(J)? ¿No le di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los israelitas(K)? 29 ¿Por qué pisotean Mi sacrificio(L) y Mi ofrenda que he ordenado en Mi morada(M), y honras a tus hijos más que a Mí(N), engordándose ustedes con lo mejor[c] de cada ofrenda de Mi pueblo Israel?”. 30 Por tanto, el Señor, Dios de Israel, declara: “Ciertamente Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de Mí para siempre(O)”; pero ahora el Señor declara: “Lejos esté esto de Mí, porque Yo honraré a los que me honran(P), y los que me desprecian serán tenidos en poco(Q). 31 Por tanto, vienen días cuando cortaré tu fuerza[d], y la fuerza[e] de la casa de tu padre, y no habrá anciano en tu casa(R). 32 Y verás la angustia de Mi morada(S), a pesar de todo el bien que hago[f] a Israel; y nunca habrá anciano(T) en tu casa.
33 ”Sin embargo, a algunos de los tuyos no cortaré de Mi altar para que tus ojos se consuman llorando y tu alma sufra[g]; pero todos los nacidos en tu casa morirán[h] en la flor de la juventud[i]. 34 Y para ti, esta será la señal(U) que vendrá en cuanto a tus dos hijos, Ofni y Finees: en el mismo día morirán los dos(V). 35 Pero levantaré para Mí un sacerdote fiel que hará conforme a los deseos de[j] Mi corazón y de[k] Mi alma(W); y le edificaré una casa duradera(X), y él andará siempre[l] delante de Mi ungido(Y). 36 Y todo aquel que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará ante él por una moneda[m] de plata o una torta de pan, y le dirá: ‘Asígname[n] a uno de los oficios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan’”».
Curación de un paralítico
5 Después de esto, se celebraba[a] una fiesta[b] de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén(A). 2 Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas(B), un estanque que en hebreo[c](C) se llama Betesda[d] que tiene cinco pórticos. 3 En estos estaba en el suelo una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos [e]que esperaban el movimiento del agua; 4 porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera.
5 Estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo[f]. 6 Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo*: «¿Quieres ser sano?». 7 El enfermo le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada(D); y mientras yo llego, otro baja antes que yo». 8 Jesús le dijo*: «Levántate, toma tu camilla(E)y anda». 9 Al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y comenzó a andar.
Jesús censurado por sanar en el día de reposo
Pero aquel día era día de reposo(F).
10 Por eso los judíos(G) decían al que había sido sanado: «Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla(H)». 11 Pero él les respondió: «El mismo que me sanó, me dijo: “Toma tu camilla y anda”». 12 Le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te dijo: “Toma tu camilla y anda”?».
13 Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sin que se dieran cuenta, se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar. 14 Después de esto Jesús lo halló* en el templo y le dijo: «Mira, has sido sanado; no peques más(I), para que no te suceda algo peor(J)».
15 El hombre se fue, y dijo a los judíos(K) que Jesús era el que lo había sanado. 16 A causa de esto los judíos(L) perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo. 17 Pero Jesús les respondió: «Hasta ahora Mi Padre trabaja, y Yo también trabajo». 18 Entonces, por esta causa, los judíos(M) aún más procuraban matar a Jesús, porque no solo violaba el día de reposo(N), sino que también llamaba a Dios Su propio Padre, haciéndose igual a Dios(O).
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