Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 99

99 ¡El Señor es rey!
    ¡Que tiemblen las naciones!
Está sentado en su trono, entre los querubines.
    ¡Que se estremezca toda la tierra!
El Señor se sienta con majestad en Jerusalén,[a]
    exaltado sobre todas las naciones.
Que ellas alaben tu nombre grande y temible.
    ¡Tu nombre es santo!
Rey poderoso, amante de la justicia,
    tú has establecido la imparcialidad.
Has actuado con justicia
    y con rectitud en todo Israel.[b]
¡Exalten al Señor nuestro Dios!
    ¡Póstrense ante sus pies porque él es santo!

Moisés y Aarón estaban entre sus sacerdotes;
    Samuel también invocó su nombre.
Clamaron al Señor por ayuda,
    y él les respondió.
Habló a Israel desde la columna de nube,
    y los israelitas siguieron las leyes y los decretos que les dio.
Oh Señor nuestro Dios, tú les respondiste;
    para ellos fuiste Dios perdonador,
    pero los castigaste cuando se desviaron.

Exalten al Señor nuestro Dios
    y adoren en su monte santo, en Jerusalén,
    ¡porque el Señor nuestro Dios es santo!

1 Samuel 2:18-21

18 Pero Samuel, aunque era solo un niño, servía al Señor; vestía una túnica de lino como la del sacerdote.[a] 19 Cada año su madre le hacía un pequeño abrigo y se lo llevaba cuando iba con su esposo para el sacrificio. 20 Antes de que ellos regresaran a su casa, Elí bendecía a Elcana y a su esposa diciendo: «Que el Señor les dé otros hijos para que tomen el lugar de este que ella entregó al Señor[b]». 21 Entonces el Señor bendijo a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Entre tanto, Samuel crecía en la presencia del Señor.

Hechos 15:1-5

El concilio de Jerusalén

15 Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes:[a] «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos». Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con ellos y discutieron con vehemencia. Finalmente, la iglesia decidió enviar a Pablo y a Bernabé a Jerusalén, junto con algunos creyentes del lugar, para que hablaran con los apóstoles y con los ancianos sobre esta cuestión. La iglesia envió a los delegados a Jerusalén, quienes de camino se detuvieron en Fenicia y Samaria para visitar a los creyentes. Les contaron—para alegría de todos—que los gentiles[b] también se convertían.

Cuando llegaron a Jerusalén, toda la iglesia—incluidos los apóstoles y los ancianos—dio la bienvenida a Pablo y a Bernabé, quienes les informaron acerca de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. Pero después algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos se pusieron de pie e insistieron: «Los convertidos gentiles deben ser circuncidados y hay que exigirles que sigan la ley de Moisés».

Hechos 15:22-35

Carta para los creyentes gentiles

22 Entonces los apóstoles y los ancianos, junto con toda la iglesia de Jerusalén, escogieron delegados y los enviaron a Antioquía de Siria con Pablo y Bernabé para que informaran acerca de esta decisión. Los delegados escogidos eran dos de los líderes de la iglesia:[a] Judas (también llamado Barsabás) y Silas. 23 La carta que llevaron decía lo siguiente:

«Nosotros, los apóstoles y los ancianos, sus hermanos de Jerusalén, escribimos esta carta a los creyentes gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia. ¡Saludos!

24 »Tenemos entendido que unos hombres de aquí los han perturbado e inquietado con su enseñanza, ¡pero nosotros no los enviamos! 25 Así que decidimos, después de llegar a un acuerdo unánime, enviarles representantes oficiales junto con nuestros amados Bernabé y Pablo, 26 quienes han arriesgado la vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Les enviamos a Judas y a Silas para confirmar lo que hemos decidido con relación a la pregunta de ustedes.

28 »Pues nos pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes una carga mayor que estos pocos requisitos: 29 deben abstenerse de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de consumir sangre o la carne de animales estrangulados y de la inmoralidad sexual. Si hacen esto, harán bien. Adiós».

30 Los mensajeros salieron de inmediato para Antioquía, donde convocaron a una reunión general de los creyentes y entregaron la carta. 31 Y hubo mucha alegría en toda la iglesia ese día cuando leyeron este mensaje alentador.

32 Entonces Judas y Silas, ambos profetas, hablaron largo y tendido con los creyentes para animarlos y fortalecerlos en su fe. 33 Se quedaron allí un tiempo, y luego los creyentes los enviaron de regreso a la iglesia de Jerusalén con una bendición de paz.[b] 35 Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía. Ellos y muchos otros enseñaban y predicaban la palabra del Señor en esa ciudad.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.