Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
23 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
por amor a su nombre.
4 Aun si voy por valles tenebrosos,
no temo peligro alguno
porque tú estás a mi lado;
tu vara de pastor me reconforta.
5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.
6 La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
8 Al ver a los hijos de José, Israel preguntó:
―Y estos chicos, ¿quiénes son?
9 ―Son los hijos que Dios me ha concedido aquí —le respondió José a su padre.
Entonces Israel le dijo:
―Acércalos, por favor, para que les dé mi bendición.
10 Israel ya era muy anciano, y por su avanzada edad casi no podía ver; por eso José los acercó, y su padre los besó y abrazó. 11 Luego le dijo a José:
―Ya había perdido la esperanza de volver a verte, ¡y ahora Dios me ha concedido ver también a tus hijos!
12 José los retiró de las rodillas de Israel y se postró rostro en tierra. 13 Luego tomó a sus dos hijos, a Efraín con la derecha y a Manasés con la izquierda, y se los presentó a su padre. De esta manera, Efraín quedó a la izquierda de Israel, y Manasés, a su derecha. 14 Pero Israel, al extender las manos, las entrecruzó y puso su derecha sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque era el mayor. 15 Y los bendijo con estas palabras:
«Que el Dios en cuya presencia
caminaron mis padres, Abraham e Isaac,
el Dios que me ha guiado
desde el día en que nací hasta hoy,
16 el ángel que me ha rescatado de todo mal,
bendiga a estos jóvenes.
Que por medio de ellos sea recordado mi nombre
y el de mis padres, Abraham e Isaac.
Que crezcan y se multipliquen
sobre la tierra».
17 A José no le agradó ver que su padre pusiera su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, así que, tomando la mano de su padre, la pasó de la cabeza de Efraín a la de Manasés, 18 mientras le reconvenía:
―¡Así no, padre mío! ¡Pon tu mano derecha sobre la cabeza de este, que es el primogénito!
19 Pero su padre se resistió, y le contestó:
―¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él gestará a un pueblo, y llegará a ser importante. Pero su hermano menor será aún más importante, y su descendencia dará origen a muchas naciones.
Jesús alimenta a cinco mil(A)
30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron lo que habían hecho y enseñado.
31 Y, como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo:
―Venid conmigo aparte vosotros solos, a un lugar tranquilo y descansad un poco.
32 Así que se fueron solos en la barca a un lugar solitario. 33 Pero muchos los vieron salir, los reconocieron y, desde todos los poblados, corrieron por tierra hasta allá y llegaron antes que ellos. 34 Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.
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