Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
9 ¿Cómo podrá un joven portarse rectamente?
Viviendo de acuerdo a tu palabra.
10 De todo corazón te busco,
no dejes que incumpla tus mandatos.
11 Guardo tus palabras en mi corazón
para así no pecar contra ti.
12 Bendito seas, Señor,
enséñame tus normas.
13 Yo proclamo con mis labios
todos los decretos de tu boca.
14 Al seguir tus mandatos me alegro
más que en todas las riquezas.
15 Meditaré tus preceptos
y contemplaré tus sendas.
16 En tus normas me deleitaré,
no he de olvidar tu palabra.
Israel, testigo del Señor
8 Saca al pueblo ciego, aunque tiene ojos,
a esos sordos, aunque tienen oídos.
9 Que se reúnan todos los pueblos,
que se junten todas las naciones.
¿Quién de ellos puede decir esto,
hablarnos de cosas pasadas?
Que traigan sus testigos y se justifiquen,
que sean oídos y se diga: “Es cierto”.
10 Ustedes son mis testigos
—oráculo del Señor—,
mi siervo, a quien he elegido,
para que comprendan y crean en mí,
para que entiendan que yo soy.
Antes de mí no fue formado ningún dios,
y ninguno habrá después de mí.
11 Yo, yo soy el Señor;
no hay salvador fuera de mí.
12 Yo lo predije, yo salvé y lo hice saber,
sin que tuvieran un dios extranjero.
Y ustedes son mis testigos
—oráculo del Señor—.
Yo soy Dios, 13 desde siempre lo soy,
y no hay quien libre de mi mano.
¿Quién puede cambiar lo que hago?
4 Si hacemos gala de semejante confianza es porque la hemos alcanzado de Dios por medio de Cristo. 5 No presumimos, pues, de estar capacitados para hacer algo por cuenta propia; nuestra capacidad proviene de Dios. 6 Él fue quien nos capacitó para ser ministros de una alianza nueva, basada no en la letra de la ley, sino en la fuerza del Espíritu; y la letra de la ley es causa de muerte, mientras que el Espíritu lo es de vida.
7 Y si lo que era instrumento de muerte, grabado con letras sobre piedra, fue proclamado con tal gloria que los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés a causa de su resplandor —que era perecedero—, 8 ¿no será mucho más glorioso lo que es instrumento del Espíritu? 9 Pues si lo que es instrumento de condenación estuvo rodeado de gloria, ¿no lo estará mucho más lo que es instrumento de salvación? 10 En efecto, lo que fue glorioso ha dejado de serlo al quedar eclipsado por una gloria más excelsa. 11 Porque si ya lo perecedero fue glorioso, mucho más glorioso será lo permanente.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España