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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 32:1-14

El becerro de oro

(Dt 9:6-29)

32 El pueblo vio que Moisés se estaba demorando en bajar del monte, así que se reunieron alrededor de Aarón y le dijeron:

—Ven y haznos unos dioses para que nos guíen porque no sabemos qué le pasó a Moisés, el hombre que nos sacó de Egipto.

Aarón le dijo al pueblo:

—Quítenles los aretes de oro que sus esposas, hijos e hijas tienen en las orejas y tráiganmelos.

Entonces todo el pueblo se quitó los aretes de oro de las orejas y se los llevaron a Aarón. Aarón recibió el oro, lo fundió, y con un cincel le dio la forma de un becerro. Luego el pueblo dijo:

—¡Israel, aquí están tus dioses! ¡Estos son los dioses que te sacaron de Egipto!

Cuando Aarón vio todo esto, construyó un altar frente al becerro y anunció:

—Mañana vamos a celebrar una fiesta en honor al SEÑOR.

A la mañana siguiente el pueblo se levantó muy temprano, ofreció sacrificios que deben quemarse completamente y trajo ofrendas para festejar. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber y después se levantó a celebrar. El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Baja, porque el pueblo que sacaste de Egipto cometió un terrible pecado. Rápidamente se olvidaron de lo que les ordené, hicieron un becerro de oro, se inclinaron ante él y le ofrecieron sacrificios. El pueblo dijo: “¡Israel, aquí están tus dioses que te sacaron de Egipto!”

El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Ya me he fijado en este pueblo y me he dado cuenta de que son muy tercos. 10 Ahora, déjame solo para poder descargar mi ira contra ellos. Después haré de ti una gran nación.

11 Moisés le rogó al SEÑOR su Dios y le dijo:

—Oh SEÑOR, ¿por qué vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el que tú mismo sacaste de Egipto demostrando tu gran poder? 12 Si lo haces, el pueblo de Egipto podría decir: “Los liberó con malas intenciones, para matarlos en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra”. Deja ya esa ira y quítate esa idea de hacerle daño a tu pueblo. 13 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel a los que les juraste en tu nombre y les prometiste: “Voy a multiplicar a tus descendientes y haré que sean tantos como las estrellas del cielo. Les voy a dar esta tierra a tus descendientes tal como lo prometí y será de ellos por siempre”.

14 Entonces el SEÑOR renunció a la idea de hacerle daño a su pueblo.

Salmos 106:1-6

El Dios de Israel

¡Aleluya!

Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno;
    su fiel amor dura para siempre.
¿Quién puede describir lo grande que es el SEÑOR?
    ¿O alabar a Dios de la manera que él merece?
Afortunados los que practican la justicia
    y siempre hacen lo que es justo.
SEÑOR, recuérdame cuando tengas compasión de tu pueblo;
    fíjate en mí cuando traigas salvación,
para que yo vea la prosperidad de tus elegidos;
    me alegre y llene de orgullo de la gente que es tu propiedad.

Hemos pecado al igual que nuestros antepasados;
    hemos actuado mal e hicimos cosas malas.

Salmos 106:19-23

19 Hicieron un becerro en el monte Horeb
    y se postraron ante una imagen de fundición.
20 Cambiaron al Dios glorioso
    por la imagen de un toro que come hierba.
21 Dios salvó a nuestros antepasados,
    pero ellos se olvidaron de él.
    Se olvidaron de los milagros que Dios hizo en Egipto,
22 de las maravillas que hizo en el país de Cam
    y de las cosas asombrosas que hizo en el mar Rojo.
23 Dios quiso destruirlos,
    pero Moisés, su elegido, se puso entre Dios y el pueblo.
Aunque Dios estaba furioso,
    Moisés evitó que destruyera a su pueblo.

Filipenses 4:1-9

Por eso sigan así, manteniéndose firmes en el Señor, mis estimados hermanos. Los quiero mucho y espero verlos pronto. Ustedes son mi alegría y mi orgullo.

Algunas recomendaciones

Suplico a Evodia y a Síntique que se pongan de acuerdo como hermanas en el Señor. Y también te pido a ti, que has sido mi leal compañero, que las ayudes, pues ellas lucharon conmigo, Clemente y mis otros compañeros para difundir la buena noticia de salvación. El nombre de cada uno de ellos ya está escrito en el libro de la vida.[a]

Alégrense siempre en el Señor. Lo digo de nuevo: ¡Alégrense! Que todos sepan que ustedes son amables y gentiles. El Señor está cerca. No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle siempre. La paz de Dios hará guardia sobre todos sus pensamientos y sentimientos porque ustedes pertenecen a Jesucristo. Su paz lo puede hacer mucho mejor que nuestra mente humana.[b]

En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso. Hagan todo lo que les enseñé, todo lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz estará con ustedes.

Mateo 22:1-14

Historia de los invitados a una boda

(Lc 14:15-24)

22 Jesús comenzó a hablarle a la gente una vez más por medio de historias. Les dijo: «El reino de Dios se puede comparar con un rey que ofreció una boda para su hijo. El rey envió a sus siervos para que les dijeran a los invitados que vinieran, pero los invitados no querían ir. Envió otra vez a otros siervos y les dijo: “Díganles a los invitados que todo está listo, que se mataron las reses y los animales engordados. Todo está preparado. ¡Que vengan a la boda!” Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a trabajar en su tierra, otro se fue a sus negocios y otros ataron a los siervos del rey, los torturaron y los mataron. El rey se enfureció, envió a sus soldados y ellos mataron a los asesinos y quemaron su ciudad. Entonces el rey les dijo a sus siervos: “La boda está lista, pero los que se invitaron no la merecían. Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a todo el que encuentren para que venga”. 10 Los siervos salieron a los caminos. Reunieron a todos los que pudieron encontrar sin importar que fueran buenos o malos y el salón se llenó de invitados.

11 »Cuando el rey vino a verlos, vio a un hombre que no estaba vestido con ropa como para ir a una boda. 12 El rey le dijo: “Amigo, ¿cómo hiciste para entrar aquí sin estar vestido con ropa adecuada para una boda?” Pero el hombre se quedó callado. 13 Entonces el rey les dijo a sus siervos: “Átenlo de pies y manos y échenlo afuera, a la oscuridad. Ahí es donde la gente llorará y crujirá los dientes de dolor”. 14 Porque muchos son invitados pero pocos son escogidos».

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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