Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
106 (A)¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Dad gracias al Señor, porque él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.
2 ¿Quién puede proclamar las proezas del Señor,
o expresar toda su alabanza?
3 Dichosos los que practican la justicia
y hacen siempre lo que es justo.
4 Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo;
ven en mi ayuda el día de tu salvación.
5 Hazme disfrutar del bienestar de tus escogidos,
participar de la alegría de tu pueblo
y expresar mis alabanzas con tu heredad.
6 Hemos pecado, lo mismo que nuestros padres;
hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.
19 En Horeb hicieron un becerro;
se postraron ante un ídolo de fundición.
20 Cambiaron al que era su motivo de orgullo[a]
por la imagen de un toro que come hierba.
21 Se olvidaron del Dios que los salvó
y que había hecho grandes cosas en Egipto:
22 milagros en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo.
23 Dios amenazó con destruirlos,
pero no lo hizo por Moisés, su escogido,
que se puso ante él en la brecha
e impidió que su ira los destruyera.
12 El Señor le dijo a Moisés: «Sube a encontrarte conmigo en el monte, y quédate allí. Voy a darte las tablas con la ley y los mandamientos que he escrito para guiarlos en la vida».
13 Moisés subió al monte de Dios, acompañado por su asistente Josué, 14 pero a los ancianos les dijo: «Esperad aquí hasta que volvamos. Aarón y Jur se quedarán aquí con vosotros. Si alguno tiene un problema, que acuda a ellos».
15 En cuanto Moisés subió, una nube cubrió el monte, 16 y la gloria del Señor se posó sobre el Sinaí. Seis días la nube cubrió el monte. Al séptimo día, desde el interior de la nube, el Señor llamó a Moisés. 17 A los ojos de los israelitas, la gloria del Señor en la cumbre del monte parecía un fuego consumidor. 18 Moisés se internó en la nube y subió al monte, y allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches.
Le preguntan a Jesús sobre el ayuno(A)
18 Al ver que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, algunos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
―¿Cómo es que los discípulos de Juan y de los fariseos ayunan, pero los tuyos, no?
19 Jesús les contestó:
―¿Acaso pueden ayunar los invitados del novio mientras él está con ellos? No pueden hacerlo mientras lo tienen con ellos. 20 Pero llegará el día en que se les quitará el novio, y ese día sí ayunarán. 21 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva. De hacerlo así, el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. 22 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se echarán a perder tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
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