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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 119:49-56

Zain

49 Recuerda la promesa que me hiciste;
    es mi única esperanza.
50 Tu promesa renueva mis fuerzas;
    me consuela en todas mis dificultades.
51 Los orgullosos me tratan con un desprecio total,
    pero yo no me aparto de tus enseñanzas.
52 Medito en tus antiguas ordenanzas;
    oh Señor, ellas me consuelan.
53 Me pongo furioso con los perversos,
    porque rechazan tus enseñanzas.
54 Tus decretos han sido el tema de mis canciones
    en todos los lugares donde he vivido.
55 De noche reflexiono sobre quién eres, Señor;
    por lo tanto, obedezco tus enseñanzas.
56 Así paso mis días:
    obedeciendo tus mandamientos.

Deuteronomio 5:1-21

Los diez mandamientos para el pueblo del pacto

Moisés reunió a todo el pueblo de Israel y dijo: «¡Escucha con atención, Israel! Oye los decretos y las ordenanzas que te entrego hoy, ¡para que los aprendas y los obedezcas!

»El Señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en el monte Sinaí.[a] El Señor no hizo ese pacto con nuestros antepasados, sino con nosotros, los que vivimos hoy. En el monte, el Señor te habló cara a cara desde en medio del fuego. Yo serví de intermediario entre tú y el Señor, porque tenías miedo del fuego y no quisiste acercarte al monte. Él me habló a mí, y yo te transmití sus palabras. Me dijo lo siguiente:

»Yo soy el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo.

»No tengas ningún otro dios aparte de mí.

»No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar. No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación. 10 Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los[b] que me aman y obedecen mis mandatos.

11 »No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios. El Señor no te dejará sin castigo si usas mal su nombre.

12 »Guarda el día de descanso[c] al mantenerlo santo, tal como te lo ordenó el Señor tu Dios. 13 Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, 14 pero el séptimo día es de descanso y está dedicado al Señor tu Dios. Ese día, ningún miembro de tu casa hará trabajo alguno. Esto se refiere a ti, a tus hijos e hijas, tus siervos y siervas, tus bueyes, burros y demás animales, y también incluye a los extranjeros que vivan entre ustedes. Todos tus criados y criadas deberán descansar igual que tú. 15 Recuerda que tú también fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo poderoso. Por esa razón, el Señor tu Dios te ordenó descansar el séptimo día.[d]

16 »Honra a tu padre y a tu madre tal como el Señor tu Dios te lo ordenó. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.

17 »No cometas asesinato.

18 »No cometas adulterio.

19 »No robes.

20 »No des falso testimonio contra tu prójimo.

21 »No codicies la esposa de tu prójimo. Tampoco codicies la casa de tu prójimo ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.

1 Pedro 2:4-10

Piedras vivas para la casa de Dios

Ahora ustedes se acercan a Cristo, quien es la piedra viva principal del templo de Dios. La gente lo rechazó, pero Dios lo eligió para darle gran honra.

Y ustedes son las piedras vivas con las cuales Dios edifica su templo espiritual. Además, son sacerdotes santos.[a] Por la mediación de Jesucristo, ustedes ofrecen sacrificios espirituales que agradan a Dios. Como dicen las Escrituras:

«Pongo en Jerusalén[b] una piedra principal,
    elegida para gran honra,
y todo el que confíe en él
    jamás será avergonzado»[c].

Así es, ustedes, los que confían en él, reconocen la honra que Dios le ha dado;[d] pero para aquellos que lo rechazan,

«La piedra que los constructores rechazaron
    ahora se ha convertido en la piedra principal»[e].

Además,

«Él es la piedra que hace tropezar a muchos,
    la roca que los hace caer»[f].

Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado.

Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey,[g] una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.

10 «Antes no tenían identidad como pueblo,
    ahora son pueblo de Dios.
Antes no recibieron misericordia,
    ahora han recibido la misericordia de Dios»[h].

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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