Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La comunidad de los fieles alaba al Señor
1 ¡Aleluya!
Canten al SEÑOR una canción nueva;
alábenlo en la comunidad de los fieles.
2 Israel, alégrate por tu Creador.
Habitantes de Sion, alégrense con su Rey.
3 Que alaben a Dios con danzas y bellas melodías,
al ritmo de panderos e instrumentos de cuerda.
4 El SEÑOR es feliz con su pueblo;
les da a los humildes el honor de la victoria.
5 Que se alegren los fieles por su gloria;
que hasta en su cama griten de alegría.
6 Que salgan de su garganta alabanzas a Dios;
y tengan en su mano una espada de dos filos,
7 para vengarse de los pueblos
y castigar a las naciones,
8 para encadenar a los reyes
y a los poderosos con grillos de hierro.
9 Que los castiguen tal como Dios lo ordenó.
Es un honor para todos sus fieles.
¡Aleluya!
La oscuridad
21 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
—Extiende tu brazo hacia el cielo para que haya sobre Egipto una oscuridad tan densa que hasta se podrá tocar.
22 Entonces Moisés extendió su mano hacia el cielo y una nube de oscuridad cubrió Egipto durante tres días. 23 Las personas no se podían ver unas a otras y nadie se levantó de su lugar durante tres días. En cambio, todos los israelitas sí tenían luz en sus casas.
24 El faraón mandó llamar a Moisés y Aarón y les dijo:
—Vayan y adoren al SEÑOR. Sus hijos pueden acompañarlos pero no les permito llevarse sus ovejas ni su ganado.
25 Pero Moisés dijo:
—Tienes que dejarnos llevar nuestros animales para que así tengamos con qué hacer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. 26 Tenemos que llevarlos; no podemos dejar ni una sola cabeza de ganado. No sabemos exactamente qué necesitamos llevar para adorar al SEÑOR nuestro Dios, sólo sabremos con qué adorar al SEÑOR cuando lleguemos allá.
27 Pero el SEÑOR hizo que el faraón se pusiera terco y no los dejara ir. 28 Luego el faraón le dijo a Moisés:
—¡Lárgate de aquí y ten cuidado! ¡No vuelvas a venir a verme porque el día que lo hagas, morirás!
29 Entonces Moisés le dijo al faraón:
—Tienes razón, ¡no volveré a verte!
15 (A)¿Y cómo van a contar el mensaje si no hay quien los envíe? Como está escrito: «¡Son tan hermosos los pies de los que anuncian las buenas noticias!»[a]
16 (B)No obstante, no todos ellos hicieron caso de las buenas noticias. Por eso Isaías pregunta: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?»[b] 17 Así que la fe es el resultado de oír el mensaje. La gente oye el mensaje cuando alguien le habla de Cristo. 18 (C)Pero yo pregunto: ¿Será que el pueblo de Israel no oyó nuestro mensaje? Claro que sí.
«Sus voces se han oído en toda la tierra,
y sus palabras han llegado
a todos los rincones del mundo».[c]
19 (D)Yo pregunto nuevamente: «¿El pueblo de Israel no entendió?» Claro que entendió. Primero, Moisés dijo de parte de Dios:
«Haré que ustedes sientan celos de gente que no es en realidad una nación.
Usaré una nación ignorante para que les dé ira a ustedes».[d]
20 (E)Luego Isaías se atrevió a decir de parte de Dios:
«Los que no me estaban buscando, me encontraron.
Me aparecí ante los que no preguntaban por mí».[e]
21 (F)Sin embargo esto es lo que dice Dios acerca de Israel:
«Durante todo el día he esperado a este pueblo,
pero es gente desobediente que no quiere seguirme».[f]
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