Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Nuestra ayuda vino del Señor
Canto de David para los peregrinos.
1 ¿Qué nos habría pasado
si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro lado?,
que lo diga Israel,
2 si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro lado,
cuando todos se levantaron para atacarnos,
¿qué nos habría pasado?
3 Nuestros enemigos nos habrían tragado vivos
cuando ardían de ira contra nosotros.
4 Habrían arrasado con nosotros
como un río desbordado arrastra con todo a su paso;
5 las aguas turbulentas
habrían pasado sobre nosotros.
6 Bendito sea el SEÑOR que no permitió que nos destrozaran
como presa entre sus dientes.
7 Fuimos como pájaros que escaparon del cazador.
La red se rompió y pudimos escapar.
8 Nuestra ayuda viene del SEÑOR,
creador del cielo y de la tierra.
Jacob bendice a sus hijos
49 Luego Jacob llamó a todos sus hijos y les dijo: «Acérquense y les diré lo que les va a pasar en el futuro.
2 »Acérquense y escuchen, hijos de Jacob.
Escuchen a Israel, su papá.
3 »Rubén, tú eres mi hijo mayor, mi fuerza
y la primera muestra de mi hombría.
Tú fuiste el más honorable y poderoso de mis hijos.
4 Pero eres incontrolable como el agua.
No seguirás siendo el más honorable,
por haberte metido en la cama de tu papá.
Llevaste vergüenza a mi cama,
la cama en la que te metiste.
5 »Simeón y Leví son unos chacales,
sus espadas son armas de violencia.
6 Mi alma no quiere ser parte de sus planes,
ni quiere tomar parte en sus reuniones.
Porque en su furia, ellos mataron hombres
e hirieron animales por diversión.
7 Que su ira sea una maldición;
es demasiado violenta.
Que su furia sea maldita
porque es despiadada.
Yo los repartiré entre las tribus de Jacob;
los repartiré en Israel.
8 »Judá, tus hermanos te alabarán[a],
derrotarás a tus enemigos.
Los hijos de tu papá te alabarán.
9 Judá es como un cachorro de león.
Hijo mío, tú te has parado sobre animales que has matado.
Se agacha y se acuesta como un león.
Y como a un león, ¿quién lo va a molestar?
10 Nadie le va a quitar el poder a Judá,
ni el cetro que tiene entre los pies,
hasta que llegue el verdadero rey[b]
y todas las naciones lo obedezcan.
11 Él amarra su burro a la viña.
Amarra al hijo de su burra a la mejor viña.
Él lava su ropa en vino
y su manto en la sangre de las uvas.
12 Sus ojos son más oscuros que el vino
y sus dientes son más blancos que la leche.[c]
13 »Zabulón vivirá cerca del mar.
Sus costas serán un lugar seguro para los barcos
y su tierra se extenderá hasta Sidón.
14 »Isacar es como un burro fuerte,
acostado entre los establos.
15 Cuando vea que el sitio era bueno para descansar
y que la tierra era agradable,
pondrá su hombro para soportar una carga
y se convertirá en un esclavo de trabajos forzados.
16 »Dan[d] proporcionará justicia a su gente,
como una de las tribus de Israel.
17 Dan será como una serpiente al lado del camino.
Como una serpiente venenosa al lado del sendero,
que muerde los pies de los caballos
y hace que quienes los montan se caigan de espaldas.
18 »SEÑOR, estoy esperando tu salvación.
19 »A Gad lo van a atacar unos ladrones,[e]
pero él los ahuyentará.
20 »En las tierras de Aser crecerá alimento bueno y abundante.
Va a tener comida digna de un rey.
21 »Neftalí es como una venada libre
que suele dar cría hermosa.[f]
22 »Como una viña muy productiva es José;
viña muy productiva al lado de una fuente.
Sus ramas se trepan por toda la pared.
23 Mucha gente luchó contra él;
sus enemigos eran arqueros.
24 Pero él ganó la batalla con su gran arco
y la habilidad de sus brazos.
Recibe su poder de El Fuerte de Jacob,
del Pastor, la Roca de Israel,
25 del Dios de tu padre.
Que Dios te ayude.
Que el Dios Todopoderoso te bendiga
y te mande bendiciones desde arriba en el cielo,
y bendiciones desde abajo en lo más profundo.
Que te dé bendiciones desde los pechos y el vientre.
26 Muchas cosas buenas les sucedieron a mis padres,
y yo, tu papá, recibí mayores bendiciones.
Tus hermanos te dejaron sin nada,
pero ahora yo amontono mis bendiciones para ti
como si fueran una gran montaña.
27 »Benjamín es como un lobo hambriento.
Por la mañana se come lo que cazó,
por la tarde comparte las sobras».
28 Esas eran las doce tribus de Israel, y eso fue lo que les dijo cuando los bendijo, dándole a cada uno una bendición particular. 29 Les ordenó: «Estoy a punto de morir. Entiérrenme con mis antepasados en la cueva que hay en el campo de Efrón el hitita. 30 En la cueva que queda en el campo de Macpela, cerca de Mamré, en la tierra de Canaán. Abraham le compró esas tierras a Efrón el hitita para hacer su cementerio. 31 Allí enterraron a Abraham y a su esposa Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y yo enterré ahí a Lea. 32 Esas tierras y la cueva fueron compradas a los heteos». 33 Cuando Jacob terminó de darles estas instrucciones a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro, murió y se reunió con sus antepasados muertos.
Arreglen los problemas entre ustedes
6 ¿Por qué cuando uno de ustedes tiene una acción judicial contra alguien del pueblo de Dios se atreve a ir al tribunal de los que no hacen parte del pueblo de Dios? ¿Por qué no pide al pueblo santo de Dios que decida entre ustedes? 2 ¿Acaso no saben que el pueblo de Dios va a juzgar al mundo? Así que, si ustedes tienen el poder de juzgar al mundo, ¿por qué no van a ser capaces de manejar asuntos más pequeños? 3 ¿No saben ustedes que en el futuro vamos a juzgar a los ángeles? Con mayor razón, podemos juzgar los asuntos de esta vida. 4 Entonces, si tienen que resolver problemas todos los días, ¿por qué eligen jueces que no significan nada para la iglesia? 5 Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Tan mal están las cosas que no hay ni un sólo sabio entre ustedes que pueda resolver los problemas entre creyentes? 6 Como están las cosas, un hermano va al tribunal para demandar a otro hermano, y para colmo, el que los juzga es alguien que no cree en Cristo.
7 De hecho, los pleitos entre ustedes muestran que ya están derrotados. ¿No sería mejor dejar que les hagan mal o que los roben? 8 Pero ustedes mismos hacen mal y roban, ¡y hasta a sus propios hermanos!
9 ¿O acaso no saben que los que hacen el mal no van a tener parte en el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. Ni los que practican el pecado sexual, ni los adoradores de ídolos, ni los que cometen adulterio, ni los hombres que se dejan usar para tener sexo con otros hombres, ni los hombres que tienen sexo con ellos, 10 tampoco los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los tramposos, ni los que maltratan a los demás con sus palabras, tendrán parte en el reino de Dios. 11 Muchos de ustedes hacían eso, pero ahora han sido lavados y purificados. Ahora Dios los ha aprobado en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
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