Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.
134 Alaben al Señor, todos ustedes, siervos del Señor,
que sirven de noche en la casa del Señor.
2 Levanten sus manos hacia el santuario,
y alaben al Señor.
3 Que el Señor, quien hizo el cielo y la tierra,
te bendiga desde Jerusalén.[a]
32 »Y ahora, hijos míos, escúchenme,
pues todos los que siguen mis caminos son felices.
33 Escuchen mi instrucción y sean sabios;
no la pasen por alto.
34 ¡Alegres son los que me escuchan,
y están atentos a mis puertas día tras día,
y me esperan afuera de mi casa!
35 Pues todo el que me encuentra, halla la vida
y recibe el favor del Señor.
36 Pero el que no me encuentra se perjudica a sí mismo.
Todos los que me odian aman la muerte».
9 La Sabiduría edificó su casa;
labró sus siete pilares.
2 Preparó un gran banquete,
mezcló los vinos y puso la mesa.
3 Envió a sus sirvientes para que invitaran a todo el mundo.
Ahora convoca desde el lugar más alto con vista a la ciudad:
4 «Entren conmigo», clama a los ingenuos.
Y a quienes les falta buen juicio, les dice:
5 «Vengan, disfruten mi comida
y beban el vino que he mezclado.
6 Dejen atrás sus caminos de ingenuidad y empiecen a vivir;
aprendan a usar el buen juicio».
2 Por lo tanto, desháganse de toda mala conducta. Acaben con todo engaño, hipocresía, celos y toda clase de comentarios hirientes. 2 Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo 3 ahora que han probado la bondad del Señor.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.