Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
112 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Álef
Dichoso el que teme al Señor,
Bet
el que halla gran deleite en sus mandamientos.
Guímel
2 Sus hijos dominarán el país;
Dálet
la descendencia de los justos será bendecida.
He
3 En su casa habrá abundantes riquezas,
Vav
y para siempre permanecerá su justicia.
Zayin
4 Para los justos, la luz brilla en las tinieblas.
Jet
¡Dios es clemente, compasivo y justo!
Tet
5 Bien le va al que presta con generosidad,
Yod
y maneja sus negocios con justicia.
Lámed
6 El justo será siempre recordado;
Caf
ciertamente nunca fracasará.
Mem
7 No temerá recibir malas noticias;
Nun
su corazón estará firme, confiado en el Señor.
Sámej
8 Su corazón estará seguro, no tendrá temor,
Ayin
y al final verá derrotados a sus adversarios.
Pe
9 Reparte sus bienes entre los pobres;
Tsade
su justicia permanece para siempre;
Qof
su poder[a] será gloriosamente exaltado.
Resh
10 El malvado verá esto, y se irritará;
Shin
rechinando los dientes se irá desvaneciendo.
Tav
¡La ambición de los impíos será destruida!
Ay de la Ciudad de David
29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
ciudad donde acampó David!
Añadid a un año otro año más,
y que prosiga el ciclo de las fiestas.
2 Pero a Ariel la sitiaré;
habrá llanto y lamento,
y será para mí como un brasero del altar.[a]
3 Acamparé contra ti, y te rodearé;
te cercaré con empalizadas,
y levantaré contra ti torres de asalto.
4 Humillada, desde el suelo elevarás tu voz;
tu palabra apenas se levantará del polvo.
Saldrá tu voz de la tierra
como si fuera la de un fantasma;
tu palabra, desde el polvo,
apenas será un susurro.
5 Pero la multitud de tus enemigos
quedará hecha polvo fino,
y la multitud de despiadados
será como la paja que se lleva el viento.
De repente, en un instante,
6 vendrá contra ti el Señor Todopoderoso;
vendrá con truenos, terremotos
y gran estruendo,
vendrá con una violenta tormenta
y con devoradoras llamas de fuego.
7 La multitud de todas las naciones
que batallan contra Ariel,
todos los que luchan contra ella
y contra su fortaleza,
aquellos que la asedian,
serán como un sueño,
como una visión nocturna.
8 Como el hambriento que sueña que está comiendo,
pero despierta y aún tiene hambre;
como el sediento que sueña que está bebiendo,
pero despierta y la sed le reseca la garganta.
Así sucederá con la multitud de todas las naciones
que luchan contra el monte Sión.
9 Perded el juicio, quedaos pasmados,
perded la vista, quedaos ciegos;
embriagaos, pero no con vino;
tambaleaos, pero no por el licor.
10 El Señor ha derramado sobre vosotros
un espíritu de profundo sueño;
a los profetas les cubrió los ojos,
a los videntes les tapó la cara.
11 Para vosotros, toda esta visión no es otra cosa que palabras en un rollo de pergamino sellado. Si le dan el rollo a alguien que sepa leer, y le dicen: «Lee esto, por favor», este responderá: «No puedo hacerlo; está sellado». 12 Y, si le dan el rollo a alguien que no sepa leer, y le dicen: «Lee esto, por favor», este responderá: «No sé leer».
Dos clases de sabiduría
13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. 14 Pero, si tenéis envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejad de presumir y de faltar a la verdad. 15 Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. 16 Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
17 En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. 18 En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para[a] los que hacen la paz.
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