Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El siervo del Señor
42 »Aquí está mi siervo,
el que cuenta con mi apoyo, mi elegido,
con el que estoy muy contento.
He puesto mi Espíritu en él.
Traerá justicia a las naciones.
2 No discutirá ni gritará,
ni se hará oír en las calles.
3 No romperá la caña que ya está quebrada,
ni va a apagar la mecha que apenas está encendida.
Él sí hará justicia.
4 No se agotará ni se cansará
hasta que implante la justicia en la tierra.
Gente de naciones lejanas estará esperando su enseñanza».
5 Esto dice el SEÑOR Dios,
quien creó y extendió los cielos.
Él formó la tierra
y lo que ella produce.
Dio aliento a la gente que vive en ella
y vida a los que por ella transitan.
6 «Yo, el SEÑOR, te he llamado a hacer lo que es justo.
Te he llevado de la mano y te he protegido.
Te he destinado a ser el mediador de un pacto con la humanidad,
a ser luz de las naciones,
7 a abrir los ojos a los ciegos,
a sacar a los prisioneros de las cárceles,
a liberar de la prisión a los que viven en oscuridad.
8 »Yo soy YAVÉ,
ese es mi nombre.
No le voy a dar mi gloria a otro,
ni voy a permitir que adoren a los ídolos en lugar de adorarme a mí.
9 Está sucediendo lo que les anuncié,
y voy a contarles cosas nuevas.
Yo les anuncio lo que va a suceder».
¡Alaben al Señor!
Canción de David.
1 Ustedes los seres celestiales[a], alaben al SEÑOR.
Ríndanle honor al SEÑOR y proclamen su poder.
2 Denle al SEÑOR las alabanzas que merece su glorioso nombre.
Adoren al SEÑOR en su templo majestuoso.
3 La voz del SEÑOR retumba en los mares;
el Dios glorioso resuena sobre el océano;
el SEÑOR está por encima de las muchas aguas.
4 La voz del SEÑOR muestra su poder;
la voz del SEÑOR muestra su gloria.
5 La voz del SEÑOR rompe los cedros;
el SEÑOR rompe los cedros del Líbano.
6 Él mueve las montañas más grandes:
al Líbano lo hace saltar como un becerro,
al Sirión[b] lo hace saltar como un toro salvaje.
7 La voz del SEÑOR hace brillar relámpagos brillantes;
8 la voz del SEÑOR hace temblar al desierto;
la voz del SEÑOR hace temblar al desierto de Cades[c].
9 La voz del SEÑOR hace vibrar a los árboles más fuertes
y sacude las hojas de todos los árboles del bosque.
En su templo todo el mundo alaba su gloria.
10 El SEÑOR reina sobre el diluvio;
el SEÑOR se sienta en su trono a reinar para siempre.
11 Que el SEÑOR proteja a su pueblo
y lo bendiga el SEÑOR brindándole paz.
Mensaje de Pedro en la casa de Cornelio
34 Entonces Pedro dijo:
—Ahora entiendo que de verdad para Dios todos somos iguales. 35 Dios no discrimina a nadie, sino que acepta al que le honre y lleve una vida recta. 36 Dios dio su mensaje a los israelitas y les anunció las buenas noticias de paz por medio de Jesucristo, quien es Señor de todos. 37 Ustedes están al tanto de lo que pasó en Judea con Jesús de Nazaret. Todo comenzó en Galilea después del bautismo que anunciaba Juan. 38 Ustedes saben que a Jesús de Nazaret, Dios lo llenó[a] del Espíritu Santo y de poder. Él fue por todas partes haciendo el bien y sanando a los que vivían oprimidos por el diablo. Lo pudo hacer porque Dios estaba con él. 39 Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén, pero lo mataron, colgándolo en un madero. 40 Sin embargo, Dios lo resucitó de la muerte al tercer día y lo dio a conocer abiertamente. 41 Pero no a todo el pueblo, sino sólo a los testigos que Dios había elegido para que lo vieran. Nosotros somos esos testigos, comimos y bebimos con él, después de que resucitó. 42 Jesús nos ordenó anunciar estas buenas noticias al pueblo judío, y nos envió para que diéramos testimonio de que él es el elegido por Dios para ser Juez de vivos y muertos. 43 Todos los profetas dan testimonio de que esto es verdad: al que crea en Jesús se le perdonarán sus pecados por medio de su nombre.
Bautismo de Jesús
(Mr 1:9-11; Lc 3:21-22)
13 En ese tiempo, Jesús vino de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan trató de impedirlo, y le dijo:
—Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿por qué entonces vienes a mí?
15 Jesús le contestó:
—No me lo impidas ahora, porque es necesario cumplir con todo lo que Dios requiere.[a]
Entonces Juan estuvo de acuerdo. 16 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió inmediatamente del agua y vio que el cielo se le abrió y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Una voz desde los cielos decía: «Este es mi hijo amado con quien estoy muy contento».
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