Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 85

Salmo 85 (84)

El Señor habla de paz

85 Al maestro del coro. Salmo de los hijos de Coré.
Señor, has sido misericordioso con tu tierra,
has cambiado la suerte de Jacob;
has perdonado la falta de tu pueblo,
has ocultado todos sus pecados; [ Pausa]
has contenido toda tu furia,
has calmado el ardor de tu ira.
Dios, salvador nuestro, renuévanos,
¡aparta tu cólera de nosotros!
¿Seguirás siempre enfadado?
¿Durará tu ira por generaciones?
¿No volverás a darnos la vida
para que tu pueblo en ti se goce?
Señor, muéstranos tu amor,
danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que Dios dice:
el Señor habla de paz
a su pueblo y a sus fieles,
¡que no vuelvan a ser necios!
10 Su salvación está cerca de quien lo venera,
la gloria va a morar en nuestra tierra.
11 El amor y la verdad se han encontrado,
la justicia y la paz se abrazan.
12 La verdad brota de la tierra,
la justicia surge del cielo.
13 El Señor traerá prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14 La justicia caminará ante él,
sus pasos trazarán el camino.

Oseas 4

Oráculos contra Israel (4,1—9,9)

Dios acusa a Israel y a sus sacerdotes

Escuchen, israelitas,
la palabra del Señor,
porque el Señor está en pleito
con los habitantes del país,
pues no hay fidelidad ni amor
ni conocimiento de Dios en el país.
Proliferan perjurios y mentiras,
asesinatos y robos,
adulterios y violencias;
los crímenes se multiplican.
Por eso el país está de luto
y todos sus habitantes languidecen;
desaparecen las aves del cielo,
las bestias del campo
e incluso los peces del mar.
Pero que no se acuse
ni se censure a nadie,
pues contra ti, sacerdote,
va dirigida mi querella.
Tú tropezarás en pleno día,
y también el profeta
tropezará contigo de noche;
perecerás junto con tu estirpe.
Mi pueblo perece
por falta de conocimiento;
y como tú rechazaste el conocimiento,
yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio;
por haber olvidado la ley de tu Dios,
también yo me olvidaré de tus hijos.
Cuantos más eran [los sacerdotes]
más pecaban contra mí;
por eso cambiaré su gloria en infamia.
Se alimentan del pecado de mi pueblo,
están ávidos de sus delitos.
Pero pueblo y sacerdotes
correrán la misma suerte:
les pediré cuentas de su conducta
y les haré pagar sus acciones.
10 Comerán sin saciarse,
se prostituirán sin procrear,
porque han dejado de respetar al Señor.
11 La prostitución, el mosto y el vino
le han hecho perder el seso:
12 mi pueblo consulta a un madero
y se deja instruir por un leño;
un espíritu de prostitución los extravía
y se prostituyen apartándose de su Dios.
13 En la cima de las montañas
ofrecen sacrificios,
en las colinas queman incienso;
bajo la encina, el álamo y el terebinto,
—¡es tan agradable su sombra!—
se prostituyen las hijas de ustedes
y sus nueras cometen adulterio.
14 Pero no castigaré a sus hijas
a causa de sus prostituciones,
ni a sus nueras por sus adulterios;
son ellos los que se van con rameras
y ofrecen sacrificios con prostitutas sagradas;
y así es como va a la ruina
un pueblo que no entiende.
15 Si tú, Israel, te prostituyes,
que Judá no se haga culpable.
No vayan a Guilgal,
no suban a Bet-Avén
y no juren diciendo: “Vive el Señor”.
16 Israel se ha vuelto obstinado
como una vaca embravecida:
¿va el Señor a pastorearlos ahora
como a corderos en la pradera?
17 Efraín se alía con los ídolos. ¡Déjalo!
18 Borrachos se entregan a la prostitución
y sus jefes se apasionan por la ignominia.
19 Un huracán los arrebatará con sus alas
y se avergonzarán de sus sacrificios.

Hechos 1:15-20

15 Uno de aquellos días, Pedro, puesto en pie en medio de los hermanos, que formaban un grupo de unas ciento veinte personas, habló como sigue:

16 — Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo anunció de antemano en la Escritura por medio de David, referente a Judas, el guía de los que detuvieron a Jesús. 17 Era uno de los nuestros y había tomado parte en nuestra tarea. 18 Pero después, con el producto de su delito, compró un campo, se tiró de cabeza desde lo alto y reventó por medio, desparramándose todas sus entrañas. 19 Este suceso se divulgó entre todos los habitantes de Jerusalén, por lo cual llamaron a aquel lugar, en su propio idioma, Hacéldama, es decir “campo de sangre”. 20 Todo esto está escrito en el libro de los Salmos:

Que su mansión se vuelva un desierto
y no haya quien habite en ella.

Y también:

Que otro ocupe su cargo.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España