Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 150
¡Aleluya!
150 ¡Aleluya!
Alaben a Dios en su santuario,
alábenlo en su majestuoso cielo;
2 alábenlo por sus proezas,
alábenlo por su grandeza.
3 Alábenlo al son de trompetas,
alábenlo con cítara y arpa;
4 alábenlo con danza y pandero,
alábenlo con cuerdas y flautas;
5 alábenlo con címbalos sonoros,
alábenlo con címbalos vibrantes.
6 ¡Que cuanto respira alabe al Señor!
¡Aleluya!
David y Goliat
17 Los filisteos reunieron sus tropas para la guerra, se concentraron en Soco de Judá y acamparon en Efes Damín, entre Soco y Acecá. 2 Saúl y los israelitas también se reunieron, acamparon en el valle de Elá y se organizaron para enfrentarse a los filisteos. 3 Los filisteos tomaron posiciones en un monte y los israelitas en otro, separados por un valle.
4 Del campamento filisteo se adelantó un campeón llamado Goliat de más de tres metros de estatura. 5 Llevaba un casco de bronce en la cabeza y vestía una coraza de mallas también de bronce, que pesaba unos cincuenta y cinco kilos 6 Llevaba en los pies botas de bronce y una jabalina del mismo metal a la espalda. 7 El asta de su lanza era como un madero de telar y su punta de hierro pesaba seiscientos siclos. Delante de él iba su escudero. 8 Goliat se detuvo y gritó a los escuadrones israelitas:
— ¿Cómo es que salen en orden de batalla? Yo soy el filisteo y ustedes los servidores de Saúl. Elijan a uno que venga hasta aquí. 9 Si es capaz de pelear conmigo y me vence, nosotros seremos sus esclavos. Pero si gano yo y lo venzo, ustedes serán nuestros esclavos y nos tendrán que servir.
10 Y el filisteo añadió:
— Yo desafío hoy a las filas israelitas. Envíenme a alguien para que luchemos cuerpo a cuerpo.
11 Cuando Saúl y los israelitas oyeron las palabras de aquel filisteo quedaron desconcertados y llenos de miedo.
12 David era hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos y que en tiempos de Saúl era ya un viejo entrado en años. 13 Los tres hijos mayores de Jesé habían ido a la guerra con Saúl. Los nombres de los tres eran: Eliab el primogénito, Abinadab el segundo y Samá el tercero. 14 David era el más pequeño. Como los tres mayores se habían ido con Saúl, 15 David iba ocasionalmente donde Saúl, pero volvía para cuidar el rebaño de su padre en Belén.
16 Durante cuarenta días el filisteo se acercó desafiante mañana y tarde.
17 Jesé dijo a su hijo David:
— Toma esta medida de grano tostado y estos diez panes para tus hermanos y llévalos rápido al campamento. 18 Lleva también estos diez quesos al capitán de su unidad. Interésate por la salud de tus hermanos y vuelve con alguna señal. 19 Están con Saúl y los israelitas en el valle de Elá, luchando contra los filisteos.
20 Al día siguiente David madrugó, dejó el rebaño al cuidado de un pastor, cargó las provisiones y se marchó, como le había mandado su padre. Cuando llegó al campo de batalla, el ejército salía a tomar posiciones, lanzando el grito de guerra. 21 Israelitas y filisteos tomaron posiciones frente a frente. 22 David dejó la carga que llevaba al cuidado del encargado de intendencia, corrió hacia la formación y se interesó por la salud de sus hermanos. 23 Mientras hablaba con ellos, aquel campeón filisteo llamado Goliat, de Gat, salió de las filas filisteas y volvió a repetir las consabidas palabras. Y David lo oyó.
Los apóstoles realizan milagros
12 Eran muchos los milagros y prodigios que se producían entre el pueblo por medio de los apóstoles. Los fieles, por su parte, se reunían todos formando una piña en el pórtico de Salomón. 13 Pero nadie más se atrevía a juntarse con ellos, aunque el pueblo los tenía en gran estima. 14 Sin embargo, pronto fueron multitud los hombres y mujeres que creyeron en el Señor. 15 Incluso sacaban a los enfermos a la calle y los ponían en lechos y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra tocara a alguno de ellos. 16 De los pueblos próximos a Jerusalén acudían también muchedumbres de gentes llevando enfermos y personas atormentadas por espíritus malignos, y todos eran curados.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España