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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Miqueas 5:2-5

Por eso el Señor abandonará a los suyos
hasta que dé a luz la que ha de dar a luz.
Y el que aún quede de sus hermanos
volverá a reunirse con el pueblo de Israel.
[El que ha de nacer] se mantendrá firme
y pastoreará con la fuerza del Señor
y con la majestad del Señor, su Dios.
Ellos, por su parte, vivirán seguros,
porque él extenderá su poder
hasta los confines mismos de la tierra.
Él nos traerá la paz;
y cuando Asiria invada nuestra tierra
e irrumpa en nuestros palacios,
nos enfrentaremos a ella
con siete pastores y ocho príncipes
que pastorearán Asiria con la espada
y el país de Nemrod con el acero.
Porque él será quien nos libre
cuando Asiria invada nuestra tierra
y ponga su pie en nuestro territorio.

Lucas 1:46-55

María alaba al Señor

46 Entonces dijo María:

— Todo mi ser ensalza al Señor.
47 Mi corazón está lleno de alegría
a causa de Dios, mi Salvador,
48 porque ha puesto sus ojos en mí
que soy su humilde esclava.
De ahora en adelante
todos me llamarán feliz,
49 pues ha hecho maravillas conmigo
aquel que es todopoderoso,
aquel cuyo nombre es santo
50 y que siempre tiene misericordia
de aquellos que le honran.
51 Con la fuerza de su brazo
destruyó los planes de los soberbios.
52 Derribó a los poderosos de sus tronos
y encumbró a los humildes.
53 Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Se desveló por el pueblo de Israel, su siervo,
acordándose de mostrar misericordia,
55 conforme a la promesa de valor eterno
que hizo a nuestros antepasados,
a Abrahán y a todos sus descendientes.

Salmos 80:1-7

Salmo 80 (79)

Oh Dios, restablécenos

80 Al maestro del coro. Según “Los lirios del testimonio”. Salmo de Asaf.
Escucha, pastor de Israel,
tú que conduces a José como a un rebaño,
tú que te sientas sobre querubines, muéstrate;
delante de Efraín, Benjamín y Manasés
manifiesta tu poder, ven a salvarnos.
¡Oh Dios, renuévanos,
ilumina tu rostro y estaremos salvados!
Oh Señor, Dios del universo, ¿hasta cuándo
te enfurecerá la oración de tu pueblo?
Un pan de lágrimas le diste a comer,
un sinfín de lágrimas le diste a beber.
Nos has hecho la burla de los vecinos,
se ríen de nosotros nuestros enemigos.

Hebreos 10:5-10

Por eso dice Cristo al entrar en el mundo:

No has querido ofrendas ni sacrificios,
sino que me has dotado de un cuerpo.

Tampoco han sido de tu agrado

los holocaustos y las víctimas expiatorias.
Entonces dije:
Aquí vengo yo, oh Dios, para hacer tu voluntad,
como está escrito acerca de mí
en un título del libro.

En primer lugar dice que no has querido ni han sido de tu agrado las ofrendas, los sacrificios, los holocaustos y las víctimas expiatorias, —cosas todas que se ofrecen de acuerdo con la ley—. Y a continuación añade: Aquí vengo yo para hacer tu voluntad, con lo que deroga la primera disposición y confiere validez a la segunda. 10 Y al haber cumplido Jesucristo la voluntad de Dios, ofreciendo su propio cuerpo una vez por todas, nosotros hemos quedado consagrados a Dios.

Lucas 1:39-45

María visita a Elisabet

39 Por aquellos mismos días María se puso en camino y, a toda prisa, se dirigió a un pueblo de la región montañosa de Judá. 40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Elisabet quedó llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó con gritos alborozados:

— ¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre! 43 Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 Porque, apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. 45 ¡Feliz tú, porque has creído que el Señor cumplirá las promesas que te ha hecho!

Lucas 1:46-55

María alaba al Señor

46 Entonces dijo María:

— Todo mi ser ensalza al Señor.
47 Mi corazón está lleno de alegría
a causa de Dios, mi Salvador,
48 porque ha puesto sus ojos en mí
que soy su humilde esclava.
De ahora en adelante
todos me llamarán feliz,
49 pues ha hecho maravillas conmigo
aquel que es todopoderoso,
aquel cuyo nombre es santo
50 y que siempre tiene misericordia
de aquellos que le honran.
51 Con la fuerza de su brazo
destruyó los planes de los soberbios.
52 Derribó a los poderosos de sus tronos
y encumbró a los humildes.
53 Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Se desveló por el pueblo de Israel, su siervo,
acordándose de mostrar misericordia,
55 conforme a la promesa de valor eterno
que hizo a nuestros antepasados,
a Abrahán y a todos sus descendientes.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España