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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 113

No hay nadie como el Señor

¡Aleluya!

Alaben, siervos del SEÑOR,
    alaben el nombre del SEÑOR.
Bendito sea el nombre del SEÑOR,
    ahora y siempre.
Alabado sea el nombre del SEÑOR,
    desde donde sale el sol hasta donde se oculta.
El SEÑOR está por encima de todas las naciones;
    su gloria es más grande que los cielos.
No hay nadie como el SEÑOR nuestro Dios,
    sentado en su trono en las alturas,
desde donde se inclina
    a mirar los cielos y la tierra.
Levanta del polvo al pobre,
    y al necesitado lo saca de la basura,
para sentarlo con gente importante,
    los principales de su pueblo.
A la mujer estéril le da un hogar
    y la fortuna de tener hijos.

¡Aleluya!

Génesis 24:11-27

11 Por la tarde cuando las mujeres salían a traer agua, el siervo hizo que los camellos se arrodillaran en la fuente, afuera de la ciudad. 12 Entonces el siervo dijo: «Oh SEÑOR, Dios de mi amo Abraham, haz que me vaya bien hoy. Sé bondadoso con mi amo Abraham hoy. 13 Estoy de pie frente a la fuente y las mujeres del pueblo están saliendo a buscar agua. 14 Voy a decirle a una de ellas: “Por favor, baje su cántaro para que yo pueda beber”, haz que la que me responda: “¡Beba, y también le daré agua a sus camellos!”, sea la mujer que tú has elegido para tu siervo Isaac. Así sabré que has mostrado tu fiel amor a mi amo».

15 Entonces, antes de que el siervo terminara de orar, una muchacha llamada Rebeca, se acercó a la fuente. Ella era la hija de Betuel, el hijo de Milca, la esposa de Najor, el hermano de Abraham. Llevaba su cántaro en el hombro. 16 La muchacha era muy linda y era virgen; nunca se había acostado con ningún hombre. Fue hasta la fuente, llenó su cántaro y ya se iba, 17 cuando el siervo corrió a alcanzarla y le dijo:

—Por favor, déjeme tomar un poco de agua de su cántaro.

18 Rebeca dijo:

—Beba usted, señor.

Rápidamente bajó su cántaro y sosteniéndolo con su mano, le dio para que tomara. 19 Cuando terminó de darle a él, ella dijo:

—También les daré agua a sus camellos hasta que beban todo lo que quieran.

20 Rápidamente desocupó su cántaro en el bebedero y corrió a la fuente a traer más agua y les dio de beber a todos los camellos.

21 El hombre se quedó callado observándola. Quería estar seguro de que el SEÑOR le había respondido y había hecho que le fuera bien en su viaje. 22 Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba como 6 gramos y dos brazaletes de oro que pesaban como 100 gramos[a] 23 y dijo:

—¿Quién es su papá? ¿Hay lugar en la casa de su papá para que los hombres que están conmigo y yo podamos pasar la noche y alojar los animales?

24 Rebeca le respondió:

—Mi papá es Betuel, el hijo de Milca y Najor.

25 Luego dijo:

—Sí, tenemos mucha paja y forraje para que coman sus camellos y lugar para que puedan dormir.

26 El siervo se inclinó y adoró al SEÑOR. 27 Dijo: «Bendito sea el SEÑOR, Dios de mi amo Abraham, quien le ha mostrado su fiel amor y lealtad a mi amo, y así el SEÑOR me ha llevado hacia la casa de los parientes de mi amo».

1 Timoteo 5:9-16

La lista de viudas debe incluir sólo a aquellas que tengan estas cualidades: tener por lo menos 60 años de edad y haberle sido fiel a su esposo. 10 Debe ser conocida por hacer el bien; por ejemplo, cuidar bien a sus hijos, recibir a otros en su casa, servir a los creyentes necesitados,[a] ayudar a los que están atravesando dificultades y dedicarse a las buenas obras.

11 Las viudas jóvenes no deben estar en esa lista porque sus pasiones las alejan de su compromiso con Cristo y querrán casarse otra vez. 12 Serán juzgadas por no cumplir con lo que habían prometido primero. 13 Además caen en el hábito de la pereza y de andar de casa en casa. No solamente son perezosas sino también chismosas y entrometidas, hablando de lo que no les interesa. 14 Por lo tanto, quiero que las viudas jóvenes se casen, tengan hijos y cuiden de su hogar. Así nuestro enemigo no podrá criticarnos. 15 Digo esto porque algunas viudas se alejan de Dios y se dedican a Satanás.

16 Puede darse el caso de que una creyente[b] tenga viudas en su familia. Entonces ella misma debe mantenerlas. Así la iglesia no tendrá que hacerse cargo de ellas y podrá ayudar a las viudas que realmente lo necesitan.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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