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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 84

Salmo 84 (83)

Añoro los atrios del Señor

84 Al maestro del coro. Según la melodía de Gat. Salmo de los hijos de Coré.
¡Qué gratas son tus moradas,
oh Señor del universo!
Añoro y siento nostalgia
de los atrios del Señor;
mi corazón y mi cuerpo
cantan con gozo al Dios vivo.
Hasta el pájaro encuentra casa
y un nido la golondrina
para poner a sus crías
cerca de tus altares,
¡oh Señor del universo,
rey mío y Dios mío!
Felices quienes moran en tu casa
y te alaban sin cesar; [ Pausa]
feliz quien en ti encuentra su fuerza,
y peregrina de buen grado hacia ti.
Pasan por el valle de los Álamos
y hacen de él un manantial;
lo cubre de bendiciones la lluvia.
Cada vez caminan con más brío,
se presentan ante Dios en Sión.
Señor, Dios del universo,
atiende mi oración,
¡escucha, Dios de Jacob! [ Pausa]
10 Dios, escudo nuestro, mira,
contempla el rostro de tu ungido.
11 Es mejor un día en tus atrios
que mil días fuera de ellos;
prefiero el umbral de la casa de mi Dios
a morar en las tiendas del malvado.
12 Porque Dios, el Señor, es sol y escudo,
el Señor otorga gracia y gloria;
él no niega bien alguno
a quien camina con rectitud.
13 Señor del universo, feliz aquel
que en ti pone su confianza.

1 Reyes 4:20

20 Israel y Judá eran tan numerosos como la arena de las playas, y todos comían y bebían felices.

1 Tesalonicenses 5:1-11

La espera del día del Señor

En cuanto al momento y a las circunstancias de tales acontecimientos, no necesitan, hermanos, que les escriba. Saben perfectamente que el día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente ande diciendo: “Todo es paz y seguridad”, entonces justamente sobrevendrá la destrucción, como los dolores de parto a la mujer encinta, y no podrán librarse.

Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas. Por eso, el día del Señor no debe sorprenderlos como si fuera un ladrón. Todos ustedes, en efecto, pertenecen a la luz y al día, no a las tinieblas o a la noche. Por lo tanto, no estemos dormidos, como están otros; vigilemos y vivamos sobriamente. Los que duermen, de noche duermen; los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Nosotros, en cambio, que pertenecemos al día, vivamos sobriamente, armados con la coraza de la fe y del amor y con el casco protector de la esperanza de la salvación. Porque no nos ha destinado Dios al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo 10 que murió por nosotros a fin de que, tanto en vida como en muerte, vivamos siempre con él. 11 Por tanto, dense ánimo mutuamente y ayúdense unos a otros como ya lo hacen.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España