Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 101 (100)
Actuaré rectamente en medio de mi casa
101 Salmo de David.
Quiero cantar el amor y la justicia,
a ti, Señor, quiero cantarte;
2 quiero aprender la senda de los rectos,
¿cuándo vendrás a mí?
Actuaré rectamente en medio de mi casa,
3 en nada indigno fijaré mi ojos;
odio el proceder de los rebeldes,
no dejaré que me contagie.
4 Que el perverso se aleje de mí,
no quiero conocer al malvado.
5 Al que difama en secreto a su amigo,
voy a dejarlo callado;
al que es ambicioso y soberbio,
no voy a tolerarlo.
6 En los fieles del país me fijaré
para que habiten conmigo:
quien siga la senda de los rectos,
ese será quien me sirva.
7 No vivirá en mi casa quien engaña,
no aguantará mi mirada quien miente.
8 Yo haré callar cada mañana
a todos los malvados del país,
para expulsar de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Construcción del palacio real
7 Salomón también construyó su propio palacio y lo terminó en trece años. 2 Construyó igualmente el edificio denominado Bosque del Líbano, que tenía cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, y estaba sostenido por tres filas de columnas de cedro en las que descansaban vigas también de cedro. 3 Puso un artesonado de cedro sobre las vigas que se apoyaban en las columnas: en total había cuarenta y cinco columnas, en tres series de quince columnas cada una. 4 Había tres filas de ventanas con celosías, ordenadas de tres en tres y unas frente a otras. 5 Todas las puertas y montantes eran cuadrangulares y las ventanas estaban colocadas unas frente a otras, de tres en tres. 6 Hizo también el patio de las columnas, de veinticinco metros de largo por quince de ancho, y delante un pórtico con columnas y un saliente frontal. 7 Hizo el salón del trono o sala de audiencias, donde administraba justicia, y lo revistió de cedro desde el suelo hasta el techo. 8 Su residencia personal estaba en un atrio distinto del salón, aunque tenía idéntica estructura. E hizo finalmente una residencia parecida a aquel salón para la hija del faraón con la que se había casado.
9 Todas estas construcciones, desde los cimientos hasta las cornisas y desde la fachada al patio principal, eran de piedra de primera calidad, talladas a medida y serradas por sus caras interior y exterior. 10 Los cimientos eran también de piedra de primera calidad, grandes piedras de cinco y cuatro metros. 11 Sobre ellos había piedras de primera calidad talladas a medida y recubiertas de madera de cedro. 12 Alrededor del patio principal había tres hileras de piedra tallada y una de vigas de cedro, al igual que el patio interior del Templo y el salón del palacio.
9 Posteriormente, los hijos de Jacob tuvieron envidia de José y lo vendieron como esclavo con destino a Egipto. Pero José gozaba de la protección de Dios 10 y salió con bien de todas las circunstancias adversas. Más aún, Dios le concedió sabiduría e hizo que se granjeara la simpatía del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y jefe de toda la casa real. 11 Más tarde, el hambre acosó a Egipto y a todo el país cananeo, y la situación llegó a ser tan grave, que nuestros antepasados carecieron del sustento necesario. 12 Al tener noticia Jacob de que en Egipto había reservas de trigo, envió allá una primera vez a nuestros antepasados. 13 Cuando fueron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y el faraón conoció la ascendencia de José. 14 Entonces, José envió a buscar a Jacob, su padre, y a toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. 15 Así fue como Jacob se trasladó a Egipto, donde él y nuestros antepasados murieron. 16 Con el tiempo, llevaron sus restos a Siquén y les dieron sepultura en la tumba que Abrahán había comprado allí a los hijos de Emmor pagando el precio correspondiente.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España