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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 138

Te alabo de todo corazón

Canción de David.

Yo te alabo de todo corazón;
    te entonaré canciones de alabanza delante de los dioses.
Dios mío, me inclinaré hacia tu santo templo
    y alabaré tu nombre, tu fiel amor y tu lealtad.
Tu nombre está por encima de todos,
    porque tú cumples lo que prometes.
Dios mío, cuando te pedí ayuda,
    tú me respondiste;
me diste ánimo
    y renovaste mis fuerzas.

SEÑOR, todos los reyes de la tierra te alabarán
    cuando escuchen tus palabras.
Entonarán canciones que hablarán de lo que hace el SEÑOR,
    porque la gloria del SEÑOR es muy grande.
El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás,
    pero aun así, él nunca abandona a los humildes.
Él siempre sabe lo que hacen los soberbios
    y se mantiene alejado de ellos.

Dios mío, aunque esté angustiado por los problemas,
    tú me salvarás;
    me protegerás de la furia de mis enemigos.
SEÑOR, tú cumplirás lo que has prometido hacer para mí.
    SEÑOR, tu fiel amor es para siempre;
    por eso sé que no abandonarás a quienes tú mismo creaste.

1 Samuel 5

El cofre en manos de los filisteos

Los filisteos llevaron el cofre de Dios de Ebenezer a Asdod. Lo llevaron al templo de Dagón y lo colocaron al lado de la estatua de ese dios. A la mañana siguiente, cuando los habitantes de Asdod se levantaron, vieron que la estatua de Dagón estaba tirada en el suelo, boca abajo, frente al cofre del SEÑOR. Entonces la levantaron y la colocaron en su lugar. Pero cuando se levantaron a la mañana siguiente, ¡otra vez encontraron la estatua tirada en el suelo frente al cofre del SEÑOR! Esta vez la cabeza y las manos de la estatua estaban quebradas, tiradas en el umbral. Lo único que quedaba entero era el cuerpo de la estatua. Por eso, aun hoy en día, ni los sacerdotes de Dagón ni ninguna otra persona que entra en el templo de Dagón en Asdod pisan el umbral.

El SEÑOR les hizo la vida difícil al pueblo de Asdod y a sus vecinos. Les envió muchos problemas e hizo que les salieran tumores. También les envió ratones que anduvieron por todos sus barcos y luego se pasaron a su tierra. La gente de la ciudad tenía mucho miedo.[a] El pueblo de Asdod vio lo que pasaba y dijo: «¡El cofre del Dios de Israel no puede quedarse aquí! Dios nos está castigando a nosotros y a nuestro dios Dagón».

El pueblo de Asdod convocó a los cinco gobernantes filisteos y les preguntó:

—¿Qué debemos hacer con el cofre del Dios de Israel?

Los gobernantes respondieron:

—Llévenlo a la ciudad de Gat.

Y así lo hicieron. Pero cuando los filisteos llevaron el cofre de Dios a Gat, el SEÑOR castigó a esa ciudad y la gente se atemorizó. Dios envió muchos problemas a todo el pueblo, jóvenes y ancianos, e hizo que les salieran tumores. 10 Así que los filisteos enviaron el cofre de Dios a la ciudad de Ecrón, pero cuando el cofre llegó a esa ciudad, el pueblo de Ecrón empezó a quejarse gritando: «¿Por qué traen el cofre del Dios de Israel a nuestra ciudad de Ecrón? ¿Quieren matarnos a nosotros y a nuestro pueblo?» 11 El pueblo de Ecrón convocó a todos los gobernantes filisteos y les dijo: «Devuelvan el cofre del Dios de Israel a su lugar antes de que nos mate a nosotros y a nuestro pueblo».

Los habitantes de Ecrón tenían mucho miedo. Dios les hizo la vida imposible en ese lugar, 12 y a los que no murieron les salieron tumores. Los gritos del pueblo de Ecrón llegaban hasta el cielo.

2 Corintios 5:1-5

Sabemos que Dios nos tiene preparado un templo construido en el cielo para cuando nuestra carpa en este mundo[a] sea destruida. Esa casa durará para siempre porque no ha sido construida por manos humanas. Nos quejamos mientras vivimos en este cuerpo, pues quisiéramos que Dios nos vistiera con nuestro cuerpo celestial para no seguir desnudos una vez que el cuerpo se nos quite. Mientras vivimos dentro de esta carpa, sufrimos y gemimos porque no quisiéramos que nos la quitaran. Más bien quisiéramos ser revestidos con un cuerpo celestial para que nuestro cuerpo mortal quede totalmente cubierto de vida. Dios es quien nos ha preparado para esto y nos ha dado su Espíritu como adelanto que garantiza que cumplirá sus promesas.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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