Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Te alabo de todo corazón
Canción de David.
1 Yo te alabo de todo corazón;
te entonaré canciones de alabanza delante de los dioses.
2 Dios mío, me inclinaré hacia tu santo templo
y alabaré tu nombre, tu fiel amor y tu lealtad.
Tu nombre está por encima de todos,
porque tú cumples lo que prometes.
3 Dios mío, cuando te pedí ayuda,
tú me respondiste;
me diste ánimo
y renovaste mis fuerzas.
4 SEÑOR, todos los reyes de la tierra te alabarán
cuando escuchen tus palabras.
5 Entonarán canciones que hablarán de lo que hace el SEÑOR,
porque la gloria del SEÑOR es muy grande.
6 El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás,
pero aun así, él nunca abandona a los humildes.
Él siempre sabe lo que hacen los soberbios
y se mantiene alejado de ellos.
7 Dios mío, aunque esté angustiado por los problemas,
tú me salvarás;
me protegerás de la furia de mis enemigos.
8 SEÑOR, tú cumplirás lo que has prometido hacer para mí.
SEÑOR, tu fiel amor es para siempre;
por eso sé que no abandonarás a quienes tú mismo creaste.
Los filisteos derrotan a los israelitas
4 Las noticias acerca de Samuel se esparcieron por todo Israel. Elí era muy anciano y sus hijos seguían haciendo maldades ante el SEÑOR.[a]
En esos tiempos, los israelitas salieron a pelear contra los filisteos. Acamparon en Ebenezer, mientras los filisteos acamparon en Afec. 2 Los filisteos se prepararon para atacar a Israel, y empezó el combate. Derrotaron a los israelitas matando en la batalla alrededor de 4000 soldados del ejército de Israel. 3 Los soldados israelitas regresaron a su campamento. Los ancianos líderes de Israel preguntaban: «¿Por qué nos derrotó el SEÑOR ante los filisteos? Traigamos el cofre del pacto del SEÑOR desde Siló y llevémoslo a la batalla con nosotros para que nos salve de nuestros enemigos».
4 Así que la gente envió hombres a Siló para que trajeran el cofre del pacto del SEÑOR Todopoderoso. En la parte superior del cofre están los querubines. Estos son como el trono en el que Dios se sienta. Los dos hijos de Elí, Ofni y Finés llegaron con el cofre.
5 Cuando el cofre del SEÑOR llegó al campamento, todos los israelitas gritaron tan fuerte que hicieron que la tierra retumbara. 6 Los filisteos oyeron el griterío, y se preguntaban: «¿A qué viene tanto alboroto en el campamento hebreo?»
Entonces los filisteos se enteraron que habían traído el cofre del SEÑOR al campamento de Israel. 7 Se atemorizaron y dijeron: «¡Han llegado los dioses a su campamento! ¡Pobres de nosotros porque nunca antes había sucedido esto! 8 ¡Pobres de nosotros! ¿Quién puede salvarnos de estos dioses poderosos? Estos son los mismos dioses que les mandaron a los egipcios esas plagas y esas terribles enfermedades.[b] 9 ¡Sean valientes, filisteos! ¡Peleen como hombres! Antes, los hebreos fueron esclavos nuestros. ¡Así que peleen como hombres o ustedes se convertirán en sus esclavos!»
10 Así que los filisteos pelearon muy duro y derrotaron a los israelitas, que corrían huyendo hacia sus carpas. Fue una derrota terrible para Israel, con una matanza de 30 000 soldados. 11 Los filisteos se apoderaron del cofre de Dios y mataron a Ofni y a Finés, los dos hijos de Elí.
12 Un hombre de la tribu de Benjamín salió huyendo del combate, rasgó sus vestidos y se echó polvo en la cabeza mostrando así su profunda tristeza. 13 Cuando llegó a Siló, Elí estaba sentado en su silla, observando cerca de la entrada de la ciudad, porque estaba preocupado por el cofre de Dios. Entonces el hombre de la tribu de Benjamín entró en la ciudad y dio las malas noticias y toda la gente empezó a gritar. 14 Al oír el griterío, Elí preguntó:
—¿Por qué tanto alboroto?
El hombre se apresuró a darle la noticia a Elí. 15 Elí tenía 98 años de edad y ya estaba completamente ciego.
16 —¡Vengo del combate, acabo de huir de la batalla!
Elí le preguntó:
—¿Qué pasó, hijo mío?
17 El hombre le contestó:
—Los israelitas huyeron de los filisteos y el ejército ha perdido muchos hombres. Tus dos hijos han muerto y los filisteos se apoderaron del cofre de Dios.
18 Al oír mencionar el cofre de Dios, Elí se fue de espaldas, cayéndose de la silla cerca de la entrada. Como ya era viejo y pasado de kilos, se quebró el cuello al caer y murió. Elí había dirigido a Israel durante 20 años.[c]
19 La nuera de Elí, esposa de Finés, estaba embarazada, a punto de dar a luz. Al oír la noticia de que se habían apoderado del cofre de Dios y de que su suegro y su esposo habían muerto, le vinieron los dolores y empezó el trabajo de parto. 20 Estaba a punto de morir por el difícil alumbramiento cuando las parteras que la atendían le dijeron: «Tranquila, has dado a luz un niño». Pero la nuera de Elí no contestó ni puso atención, 21 y le puso por nombre Icabod, que significa «¡Le han quitado la gloria a Israel!» Le puso este nombre porque se habían apoderado del cofre de Dios y porque tanto su suegro como su esposo habían muerto. 22 Ella dijo: «Le han quitado la gloria a Israel» porque los filisteos se habían apoderado del cofre de Dios.
Cuiden bien los dones de Dios
7 El final de todo está cerca, así que manténganse sobrios y sepan controlarse. Eso los ayudará a orar. 8 Y sobre todo, ámense profundamente, porque el amor es capaz de perdonar muchas ofensas. 9 Reciban a todos en su casa sin quejarse. 10 Cada uno de ustedes recibió un don espiritual que debe ser utilizado para servir a los demás. Así serán buenos administradores del generoso amor que Dios les ha dado en tantas formas. 11 El que hable, que hable de acuerdo con las palabras de Dios; el que sirve, que sirva con el poder que Dios da. Que todo lo que hagan sea para alabar a Dios por medio de Jesucristo, a quien pertenecen el poder y la gloria para siempre. Así sea.
Compartir los sufrimientos de Cristo
12 Estimados hermanos, no se sorprendan con la dolorosa prueba por la que están pasando como si fuera algo extraño. 13 Más bien, alégrense de compartir los sufrimientos de Cristo para que estén llenos de alegría el día en que él aparezca en su gloria. 14 Si otros los maldicen por causa de Cristo, ustedes son afortunados porque el glorioso Espíritu de Dios está sobre ustedes. 15 Si son asesinos, ladrones o delincuentes, o si se meten en asuntos ajenos merecerán sufrir y pasar vergüenza. 16 Pero si alguno de ustedes sufre por ser cristiano, no se avergüence, más bien, agradezca a Dios por llevar ese nombre. 17 Porque ya es hora de que empiece el juicio que comenzará con la familia de Dios. Y si empieza primero con nosotros, ¿qué les pasará a los que rechazan la buena noticia de Dios?
18 (A)«Si resulta difícil que el justo se salve,
¿qué pasará con el que no teme a Dios y está lleno de pecado?»[a]
19 Así que, los que sufren por obedecer a Dios, que se pongan en manos de él, su Creador, y sigan haciendo el bien.
© 2005, 2015 Bible League International