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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Isaías 64:1-9

64 ¡OH si rompieses los cielos, y descendieras, y á tu presencia se escurriesen los montes,

Como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre á tus enemigos, y las gentes temblasen á tu presencia!

Cuando, haciendo terriblezas cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.

Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera.

Saliste al encuentro al que con alegría obraba justicia, á los que se acordaban de ti en tus caminos: he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en esos hay perpetuidad, y seremos salvos.

Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Y nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para tenerte; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.

Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros lodo, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos, todos nosotros.

No te aires, oh Jehová, sobremanera, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad: he aquí mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.

Salmos 80:1-7

Al Músico principal: sobre Sosannim Eduth: Salmo de Asaph.

80 OH Pastor de Israel, escucha:

Tú que pastoreas como á ovejas á José,

Que estás entre querubines, resplandece.

Despierta tu valentía delante de Ephraim, y de Benjamín, y de Manasés,

Y ven á salvarnos.

Oh Dios, haznos tornar;

Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Jehová, Dios de los ejércitos,

¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?

Dísteles á comer pan de lágrimas,

Y dísteles á beber lágrimas en gran abundancia.

Pusístenos por contienda á nuestros vecinos:

Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar;

Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Salmos 80:17-19

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,

Sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.

18 Así no nos volveremos de ti:

Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, haznos tornar;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

1 Corintios 1:3-9

Gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Gracias doy á mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;

Que en todas las cosas sois enriquecidos en él, en toda lengua y en toda ciencia;

Así como el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros:

De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo:

El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo.

Fiel es Dios, por el cual sois llamados á la participación de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Marcos 13:24-37

24 Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor;

25 Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas;

26 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.

27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.

28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca:

29 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas.

30 De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas.

31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

32 Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

33 Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo.

34 Como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase:

35 Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana;

36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.

37 Y las cosas que á vosotros digo, á todos las dijo: Velad.

Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)

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