Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Alabanza por haber sido librado del enemigo
Al músico principal. Salmo de David
21 El rey se alegra en tu poder, Jehová;
y en tu salvación, ¡cómo se goza!
2 Le has concedido el deseo de su corazón
y no le negaste la petición de sus labios, Selah
3 porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
4 Vida te demandó y se la diste;
largura de días eternamente y para siempre.
5 Grande es su gloria por tu salvación;
honra y majestad has puesto sobre él.
6 Lo has bendecido para siempre;
lo llenaste de alegría con tu presencia.
7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
y por la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
9 Los pondrás como horno de fuego
en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira
y el fuego los consumirá.
10 Su fruto destruirás de la tierra
y su descendencia de entre los hijos de los hombres,
11 porque intentaron el mal contra ti,
fraguaron maquinaciones, pero no prevalecerán,
12 pues tú los pondrás en fuga;
en tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.
13 ¡Engrandécete, Jehová, en tu poder!
¡Cantaremos y alabaremos tu poderío!
La promesa de un hijo
15 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:
—No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu recompensa será muy grande.
2 Respondió Abram:
—Señor Jehová, ¿qué me darás, si no me has dado hijos y el mayordomo de mi casa es ese Eliezer, el damasceno?
3 Dijo también Abram:
—Como no me has dado prole, mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.
4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo:
—No te heredará éste, sino que un hijo tuyo será el que te herede.
5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:
—Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar.
Y añadió:
—Así será tu descendencia.
6 Abram creyó a Jehová y le fue contado por justicia. 7 Jehová le dijo:
—Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra.
8 Abram respondió:
—Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Jehová le dijo:
—Tráeme una becerra de tres años, una cabra de tres años y un carnero de tres años; y una tórtola y un palomino.
10 Tomó Abram todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra; pero no partió las aves. 11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, pero Abram las ahuyentaba. 12 A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor, y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces Jehová le dijo:
—Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena, será esclava allí y será oprimida cuatrocientos años. 14 Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez. 16 Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo.
17 Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18 Aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo:
—A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates:
33 »Si el árbol es bueno, su fruto es bueno; si el árbol es malo, su fruto es malo, porque por el fruto se conoce el árbol. 34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?, porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36 Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, 37 pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.»
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