Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Tú eres mi hijo
2 ¿Por qué se alborotan los pueblos paganos?
¿Por qué hacen planes sin sentido?
2 Los reyes y gobernantes de la tierra
se rebelan, y juntos conspiran
contra el Señor y su rey escogido.
3 Y gritan:
«¡Vamos a quitarnos sus cadenas!
¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»
4 El Señor, el que reina en el cielo,
se ríe de ellos;
5 luego, enojado, los asusta;
lleno de furor les dice:
6 «Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.»
7 Voy a anunciar la decisión del Señor:
él me ha dicho: «Tú eres mi hijo;
yo te he engendrado hoy.
8 Pídeme que te dé las naciones como herencia
y hasta el último rincón del mundo en propiedad,
y yo te los daré.
9 Con cetro de hierro destrozarás a los reyes;
¡los harás pedazos como a ollas de barro!»
10 Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto,
¡aprendan bien esta lección!
11-12 Adoren al Señor con alegría y reverencia;
inclínense ante él con temblor,
no sea que se enoje
y ustedes mueran en el camino,
pues su furor se enciende fácilmente.
¡Felices los que buscan protección en él!
Acción simbólica del cántaro roto
19 El Señor me dijo: «Ve y compra un cántaro de barro, y llama a algunos ancianos del pueblo y a algunos sacerdotes ancianos. 2 Luego sal al Valle de Ben-hinom, frente a la Puerta de los Tiestos, y proclama allí el mensaje que voy a comunicarte. 3 Di: “Reyes de Judá y habitantes de Jerusalén, escuchen este mensaje del Señor todopoderoso, el Dios de Israel: Voy a enviar una calamidad tan grande sobre este lugar, que todo el que oiga la noticia quedará aturdido. 4 Porque los israelitas me abandonaron y convirtieron este lugar en tierra extraña; en él ofrecieron incienso a otros dioses, que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá, y lo llenaron de sangre de gente inocente. 5 Además construyeron altares para quemar a sus hijos en holocausto a Baal, cosa que yo no les ordené ni les dije, y que ni siquiera me pasó por la mente. 6 Por eso vendrán días en que este lugar ya no se llamará Tófet ni Valle de Ben-hinom, sino Valle de la Matanza. Yo, el Señor, lo afirmo. 7 En este lugar haré pedazos los planes de Judá y de Jerusalén. Haré que sus enemigos mortales los derroten y los maten, y que sus cadáveres sirvan de comida a las aves de rapiña y a las fieras. 8 Convertiré esta ciudad en un desierto, en algo que cause espanto. Todos los que pasen por ella se quedarán espantados y asombrados al ver su completa destrucción. 9 Haré que la gente se coma a sus propios hijos e hijas, y que se coman unos a otros a causa de la situación desesperada a que los someterán sus enemigos mortales durante el sitio de la ciudad.”
10 »Después de decir esto, haz pedazos el cántaro a la vista de los hombres que te acompañan, 11 y diles: “El Señor todopoderoso dice: Haré pedazos este pueblo y esta ciudad como quien hace pedazos un cántaro de barro, que ya no se puede reparar. La gente tendrá que enterrar a los muertos en Tófet, por no haber más lugar donde enterrarlos. 12 Así haré con esta ciudad y sus habitantes. La dejaré en las mismas condiciones que a Tófet. Yo, el Señor, lo afirmo. 13 Las casas de Jerusalén, los palacios de los reyes de Judá y las azoteas de las casas donde ofrecían incienso a todos los astros y derramaban ofrendas de vino a otros dioses, serán considerados impuros, lo mismo que Tófet.”»
14 Después de esto, Jeremías regresó de Tófet, adonde el Señor lo había enviado a hablar en su nombre, y parándose en el atrio del templo, dijo a todo el pueblo: 15 «El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “Voy a enviar a esta ciudad y a todos sus poblados todos los castigos que les he anunciado, porque se han puesto tercos para no obedecer mis palabras.”»
6 Enseña estas cosas a los hermanos, y serás un buen servidor de Cristo Jesús, un servidor alimentado con las palabras de la fe y de la buena enseñanza que has seguido.
7 Pero no hagas caso de cuentos mundanos y tontos. Ejercítate en la piedad; 8 pues aunque el ejercicio físico sirve para algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el presente y para el futuro. 9 Esto es muy cierto, y todos deben creerlo. 10 Por eso mismo trabajamos y luchamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.
11 Estas cosas tienes que mandar y enseñar. 12 Evita que te desprecien por ser joven; más bien debes ser un ejemplo para los creyentes en tu modo de hablar y de portarte, y en amor, fe y pureza de vida. 13 Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos. 14 No descuides los dones que tienes y que Dios te concedió cuando, por inspiración profética, los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
15 Pon tu cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas. 16 Ten cuidado de ti mismo y de lo que enseñas a otros, y sigue firme en todo. Si lo haces así, te salvarás a ti mismo y salvarás también a los que te escuchan.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.