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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Oseas 11:1-11

Dios se compadece de su pueblo obstinado

11 «Cuando Israel era muchacho, yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo.
Cuanto más yo los llamaba,
tanto más se alejaban de mí.
A los baales sacrificaban,
y a los ídolos quemaban incienso.
Con todo, yo enseñaba a andar a Efraín,
tomándolo por los brazos;
más ellos no comprendieron que yo los cuidaba.
Con cuerdas humanas los atraje,
con cuerdas de amor;
fui para ellos como los que alzan
el yugo de sobre su cerviz,
y puse delante de ellos la comida.
No volverá a tierra de Egipto,
sino que el asirio mismo será su rey,
porque no se quisieron convertir.
La espada caerá sobre sus ciudades
y consumirá sus aldeas;
las consumirá a causa de sus propios consejos.
Mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí;
aunque me llaman el Altísimo,
ninguno absolutamente me quiere enaltecer.

»¿Cómo podré abandonarte, Efraín?
¿Te entregaré yo, Israel?
¿Cómo podré hacerte como a Adma,
o dejarte igual que a Zeboim?
Mi corazón se conmueve dentro de mí,
se inflama toda mi compasión.
No ejecutaré el ardor de mi ira
ni volveré a destruir a Efraín,
porque Dios soy, no hombre;
soy el Santo en medio de ti,
y no entraré en la ciudad.»

10 En pos de Jehová caminarán.
Él rugirá como un león;
rugirá, y los hijos vendrán
temblando desde el occidente.

11 «Como aves acudirán velozmente de Egipto,
y de la tierra de Asiria como palomas;
y yo los haré habitar en sus casas»,
dice Jehová.

Salmos 107:1-9

LIBRO 5

Dios libra de la aflicción

107 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
Díganlo los redimidos de Jehová,
los que ha redimido del poder del enemigo
y los ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.

Anduvieron perdidos por el desierto,
por soledad sin camino,
sin hallar ciudad en donde vivir.
Hambrientos y sedientos,
su alma desfallecía en ellos.
    Entonces clamaron a Jehová en su angustia
    y los libró de sus aflicciones.
Los dirigió por camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitable.
    ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!,
porque sacia al alma menesterosa,
y llena de bien al alma hambrienta.

Salmos 107:43

43 Quien sea sabio y guarde estas cosas,
entenderá las misericordias de Jehová.

Colosenses 3:1-11

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

La vida antigua y la nueva

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos 10 y revestido del nuevo. Éste, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni extranjero, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos.

Lucas 12:13-21

El rico insensato

13 Le dijo uno de la multitud:

—Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.

14 Pero él le dijo:

—Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

15 Y les dijo:

—Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

16 También les refirió una parábola, diciendo: «La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos?” 18 Y dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: ‘Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate.’” 20 Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” 21 Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios.»

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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