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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 42

LIBRO 2

Mi alma tiene sed de Dios

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré

42 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
así clama por ti, Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan
de día y de noche,
mientras me dicen todos los días:
«¿Dónde está tu Dios?»

Me acuerdo de estas cosas
y derramo mi alma dentro de mí,
de cómo yo iba con la multitud
y la conducía hasta la casa de Dios,
entre voces de alegría y de alabanza
del pueblo en fiesta.

    ¿Por qué te abates, alma mía,
    y te turbas dentro de mí?
    Espera en Dios,
    porque aún he de alabarlo,
    ¡salvación mía y Dios mío!

Dios mío, mi alma está abatida en mí.
Me acordaré, por tanto, de ti
desde la tierra del Jordán
y de los hermonitas, desde el monte Mizar.
Un abismo llama a otro
a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas
han pasado sobre mí.
Pero de día mandará Jehová su misericordia
y de noche su cántico estará conmigo,
y mi oración al Dios de mi vida.

Diré a Dios: «Roca mía,
¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado
por la opresión del enemigo?»
10 Como quien hiere mis huesos,
mis enemigos me afrentan
diciéndome cada día:
«¿Dónde está tu Dios?»

11     ¿Por qué te abates, alma mía,
    y por qué te turbas dentro de mí?
    Espera en Dios,
    porque aún he de alabarlo,
    ¡salvación mía y Dios mío!

Salmos 43

Plegaria pidiendo vindicación y liberación

43 Júzgame, Dios,
y defiende mi causa;
líbrame de gente impía
y del hombre engañador e inicuo.
Tú que eres el Dios de mi fortaleza,
¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré yo enlutado
por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad;
éstas me guiarán,
me conducirán a tu santo monte
y a tus moradas.
Me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi alegría y de mi gozo.
Y te alabaré con el arpa,
Dios, Dios mío.

    ¿Por qué te abates, alma mía,
    y por qué te turbas dentro de mí?
    Espera en Dios,
    porque aún he de alabarlo,
    ¡salvación mía y Dios mío!

Job 6:14-30

14 El que sufre es consolado por su compañero,
incluso aquel que abandona el temor del Omnipotente.
15 Pero mis hermanos me han traicionado;
han pasado como un torrente,
como las corrientes impetuosas
16 que bajan turbias por el deshielo
y mezcladas con la nieve,
17 que al tiempo del calor se secan,
y al calentarse desaparecen en su cauce.
18 Los caminantes se apartan de su rumbo
y se pierden en el desierto.
19 Las buscan las caravanas de Temán,
y los caminantes de Sabá esperan en ellas;
20 pero se frustra su esperanza
al venir hasta ellas y verse defraudados.
21 Ahora, ciertamente como ellas sois vosotros,
pues habéis visto el horror y tenéis miedo.
22 ¿Es que yo os he dicho: “Traedme algo,
y pagad por mí de vuestra hacienda”,
23 o “Libradme de manos del opresor,
y redimidme del poder de los violentos”?

24 »Instruidme, y yo callaré;
hacedme entender en qué he errado.
25 ¡Cuán provechosas son las palabras rectas!
Pero ¿qué reprocha vuestra censura?
26 ¿Pretendéis censurar las palabras
y los discursos de un desesperado, que son como el viento?
27 Vosotros os arrojáis sobre el huérfano
y caváis una fosa para vuestro amigo.

28 »Ahora, pues, si queréis, miradme,
y ved si estoy mintiendo ante vosotros.
29 Consideradlo ahora de nuevo, y no haya maldad;
volved a considerar mi justicia en esto.
30 ¿Es que hay iniquidad en mi lengua,
o acaso no puede mi paladar discernir lo malo?

Gálatas 3:15-22

15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea hecho por un hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su descendencia. No dice: «Y a los descendientes», como si hablara de muchos, sino como de uno: «Y a tu descendencia», la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios en Cristo no puede ser anulado por la Ley, la cual vino cuatrocientos treinta años después; eso habría invalidado la promesa, 18 porque si la herencia es por la Ley, ya no es por la promesa; pero Dios se la concedió a Abraham mediante la promesa.

El propósito de la Ley

19 Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles en manos de un mediador. 20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.

21 Entonces, ¿la Ley contradice las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Porque si la Ley dada pudiera vivificar, la justicia sería verdaderamente por la Ley. 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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