Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La majestad de Jehová
93 ¡Jehová reina! ¡Se ha vestido de majestad!
¡Jehová se ha vestido, se ha ceñido de poder!
Afirmó también el mundo y no será removido.
2 Firme es tu trono desde siempre;
tú eres eternamente.
3 Alzaron los ríos, Jehová,
los ríos alzaron sus voces;
alzaron los ríos sus olas.
4 Jehová en las alturas es más poderoso
que el estruendo de las muchas aguas,
más que las recias olas del mar.
5 Tus testimonios son muy firmes;
la santidad conviene a tu Casa,
Jehová, por los siglos y para siempre.
Reformas religiosas de Asa(A)
15 Vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed, 2 el cual salió al encuentro de Asa y le dijo: «Oídme, Asa, todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros si vosotros estáis con él; y si lo buscáis vosotros lo hallaréis; pero si lo dejáis, él también os dejará. 3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin Ley; 4 pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová, Dios de Israel, y lo buscaron, ellos lo hallaron. 5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras. 6 Una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades. 7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.»
8 Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová. 9 Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová, su Dios, estaba con él.
10 Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. 11 Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas. 12 Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová, el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; 13 y que cualquiera que no buscara a Jehová, el Dios de Israel, que muriera, ya fuera grande o pequeño, hombre o mujer. 14 Juraron, pues, a Jehová en alta voz y con gritos de júbilo, al son de trompetas y de bocinas. 15 Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y con toda su voluntad lo buscaban. Por eso Jehová se dejó hallar de ellos y les dio paz por todas partes.
15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La ciudad se halla establecida como un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Con la caña midió la ciudad: doce mil estadios. La longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17 Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, la cual era la del ángel. 18 El material de su muro era de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. 19 Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, 20 el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisopraso, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
22 En ella no vi templo, porque el Señor Dios Todopoderoso es su templo, y el Cordero.
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