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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 38

Oración de un penitente

Salmo de David, para recordar

38 Jehová, no me reprendas en tu furor
ni me castigues en tu ira.
Tus saetas cayeron sobre mí,
y sobre mí ha descendido tu mano.

Nada hay sano en mi carne a causa de tu ira;
ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado,
porque mis maldades se acumulan sobre mi cabeza;
como carga pesada me abruman.

Hieden y supuran mis llagas
a causa de mi locura.
Estoy encorvado, humillado en gran manera,
ando enlutado todo el día,
porque mis lomos están llenos de ardor;
nada hay sano en mi carne.
Estoy debilitado y molido en gran manera;
¡gimo a causa de la conmoción de mi corazón!

Señor, delante de ti están todos mis deseos
y mi suspiro no te es oculto.
10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,
y aun la luz de mis ojos me falta ya.
11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,
y mis cercanos se han alejado.

12 Los que buscan mi vida arman lazos,
y los que procuran mi mal me amenazan
y traman engaños todo el día.

13 Pero yo, como si fuera sordo, no oigo,
y soy como un mudo que no abre la boca.
14 Soy, pues, como un hombre que no oye
y en cuya boca no hay reprensiones.

15 Porque en ti, Jehová, he esperado,
tú responderás, Jehová, Dios mío.
16 Dije: «No se alegren de mí;
cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.»

17 ¡Pero yo estoy a punto de caer
y mi dolor está delante de mí continuamente!
18 Por tanto, confesaré mi maldad
y me entristeceré por mi pecado.
19 Mis enemigos están vivos y fuertes,
y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.
20 Los que pagan mal por bien
me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

21 No me desampares, Jehová;
Dios mío, no te alejes de mí.
22 ¡Apresúrate a ayudarme,
Señor, salvación mía!

Génesis 33:1-17

Reconciliación entre Jacob y Esaú

33 Alzó Jacob sus ojos y vio que venía Esaú con cuatrocientos hombres; entonces repartió él los niños entre Lea, Raquel y las dos siervas. Puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y detrás a Raquel y a José. Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano. Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándose sobre su cuello, lo abrazó y besó; los dos lloraron. Después Esaú levantó sus ojos, vio a las mujeres y los niños y dijo:

—¿Quiénes son éstos?

—Son los niños que Dios ha dado a tu siervo —dijo Jacob.

Luego vinieron las siervas y sus hijos, y se inclinaron. Vino Lea con sus hijos, y se inclinaron; y después llegaron José y Raquel, y también se inclinaron. Preguntó entonces Esaú:

—¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado?

—Hallar gracia a los ojos de mi señor —respondió Jacob.

Dijo entonces Esaú:

—Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.

10 Jacob replicó:

—No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia a tus ojos, acepta mi regalo, porque he visto tu rostro como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanta bondad me has recibido. 11 Acepta, te ruego, el regalo que te he traído, pues Dios me ha favorecido y todo lo que hay aquí es mío.

E insistió hasta que Esaú lo tomó. 12 Y dijo Esaú:

—Anda, vamos; yo iré delante de ti.

13 Jacob respondió:

—Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. 14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí y al paso de los niños, hasta que llegue a Seir, donde está mi señor.

15 Dijo Esaú:

—Dejaré ahora contigo parte de la gente que viene conmigo.

Jacob respondió:

—¿Para qué, si he hallado gracia a los ojos de mi señor?

16 Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir. 17 Y Jacob fue a Sucot; allí se edificó una casa e hizo cabañas para su ganado; por tanto, puso por nombre Sucot a aquel lugar.

1 Corintios 11:2-16

Atavío de las mujeres

Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza, porque es lo mismo que si se hubiera rapado. Si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.

El varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón, pues el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón; y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer ni la mujer sin el varón, 12 porque, así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.

13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso, porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo, si alguno quiere discutir, sepa que ni nosotros ni las iglesias de Dios tenemos tal costumbre.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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