Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Dios abate al malo y exalta al justo
Al músico principal; sobre «No destruyas». Salmo de Asaf. Cántico
75 Gracias te damos, Dios, gracias te damos,
pues cercano está tu nombre;
los hombres cuentan tus maravillas.
2 En el tiempo que yo decida,
juzgaré rectamente.
3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;
yo sostengo sus columnas. Selah
4 Dije a los insensatos: «¡No os jactéis!»;
y a los impíos: «¡No os enorgullezcáis;
5 no hagáis alarde de vuestro poder;
no habléis con cerviz erguida!»,
6 porque ni de oriente ni de occidente
ni del desierto viene el enaltecimiento,
7 pues Dios es el juez;
a éste humilla, y a aquél enaltece.
8 La copa está en la mano de Jehová;
el vino está fermentado,
lleno de mixtura,
y él lo derrama;
¡hasta el fondo lo apurarán y lo beberán todos los impíos de la tierra!
9 Pero yo siempre anunciaré
y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
pero el poder del justo será exaltado.
41 ¿Pescarás tú al leviatán con un anzuelo
o sujetándole la lengua con una cuerda?
2 ¿Le pondrías una soga en las narices?
¿Perforarías con un garfio su quijada?
3 ¿Multiplicará ruegos él delante de ti?
¿Te hablará con palabras lisonjeras?
4 ¿Hará un pacto contigo
para que lo tomes por esclavo para siempre?
5 ¿Jugarás con él como con un pájaro?
¿Lo atarás para tus niñas?
6 ¿Harán banquete con él los compañeros?
¿Lo repartirán entre los mercaderes?
7 ¿Cortarás tú con cuchillo su piel,
o con arpón de pescadores su cabeza?
8 Pon tu mano sobre él:
recordarás luego la lucha y no volverás a hacerlo.
9 En cuanto a él, toda esperanza queda burlada,
porque aun a su sola vista la gente se desmaya.
10 Y nadie hay tan osado que lo despierte;
¿quién podrá permanecer delante de mí?
11 Porque ¿quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya?
¡Todo lo que hay debajo del cielo es mío!
13 Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo 14 diciendo: «De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.» 15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 16 Los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento, 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
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