Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Al Vencedor: sobre No destruyas: Salmo de Asaf: Canción.
1 Te alabaremos, oh Dios, alabaremos; que cercano está tu Nombre; cuenten tus maravillas.
2 Cuando tuviere la oportunidad, yo juzgaré rectamente.
3 Se arruinaba la tierra y sus moradores; yo compuse sus columnas. (Selah.)
4 Dije a los locos: No os infatuéis; y a los impíos: No levantéis el cuerno.
5 No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con soberbia.
6 ¶ Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del desierto solano viene el ensalzamiento.
7 Porque Dios es el juez; a éste abate, y a aquel ensalza.
8 Que la copa está en la mano del SEÑOR, y el vino es bermejo, lleno de mistura; y él derrama del mismo; ciertamente sus heces chuparán y tragarán todos los impíos de la tierra.
9 Mas yo anunciaré siempre, cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10 Y quebraré todos los cuernos de los pecadores; los cuernos del justo serán ensalzados.
40 Además de eso respondió el SEÑOR a Job y dijo:
2 ¿Es por ventura sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.
3 Y respondió Job al SEÑOR, y dijo:
4 He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.
5 Una vez hablé, y no responderé; aun dos veces, mas no volveré a hablar.
6 Entonces respondió el SEÑOR a Job desde el torbellino, y dijo:
7 Cíñete ahora como varón tus lomos; yo te preguntaré, y explícame.
8 ¿Por ventura invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte a ti?
9 ¿Tienes tú brazo como Dios? ¿Y tronarás tú con voz como él?
10 Atavíate ahora de majestad y de alteza; y vístete de honra y de hermosura.
11 Esparce furores de tu ira; y mira a todo soberbio, y abátelo.
12 Mira a todo soberbio, y próstralo, y quebranta a los impíos en su asiento.
13 Encúbrelos a todos en el polvo, venda sus rostros en la oscuridad;
14 y yo también te confesaré que podrá salvarte tu diestra.
15 He aquí ahora behemot, al cual yo hice contigo; hierba come como buey.
16 He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su fortaleza en el ombligo de su vientre.
17 Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus genitales son entretejidos.
18 Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro.
19 El es el comienzo de los caminos de Dios; el que lo hizo, acercará a él su espada.
20 Ciertamente los montes llevan renuevo para él; y toda bestia del campo retoza allá.
21 Se echará debajo de las sombras, en lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos.
22 Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo cercan.
23 He aquí que él tomará el río sin inmutarse; y se confía que el Jordán pasará por su boca.
24 Su hacedor lo tomará por sus ojos en tropezaderos, y horadará su nariz.
6 ¶ Por lo cual, dejando ya la palabra del comienzo en la institución del Cristo, vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de las obras de muerte, y de la fe en Dios,
2 de la doctrina de los bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.
3 Y esto haremos, a la verdad, si Dios lo permitiere.
4 Porque es imposible que los que una vez recibieron la luz, y que gustaron aquel don celestial, y que fueron hechos partícipes del Espíritu Santo;
5 y que así mismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean renovados de nuevo por arrepentimiento colgando en el madero otra vez para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole a vituperio.
7 Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y que engendra hierba a su tiempo a aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios.
8 Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición, y su fin será por fuego.
9 ¶ Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas que éstas y más cercanas a la salud, aunque hablamos así.
10 Porque Dios no es injusto que se olvide de vuestra obra y el trabajo de la caridad que habéis mostrado en su nombre, habiendo ayudado a los santos y ayudándoles.
11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin para cumplimiento de su esperanza,
12 que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
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